Según la OMS, siete millones de personas murieron en 2012 por la exposición a la contaminación del aire.
Hace cuatro años, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que hace parte de la Organización Mundial de la Salud, aseguró, después de varios estudios científicos y años de investigación, que la contaminación no sólo es perjudicial para la salud, sino que es causante de un gran porcentaje de muertes por cáncer. En 2010, dijo, 223.000 personas fallecieron por cáncer de pulmón en el mundo, directamente relacionadas con la contaminación atmosférica a la que estaban expuestas.
No es un secreto que el ambiente en el que vivimos puede influir en las funciones hormonales y la genética de nuestro cuerpo, así como aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de enfermedades. Los plaguicidas, el transporte público, las zonas de recreación y deporte, los entornos empresariales o de vivienda, los alimentos y los cambios de temperatura son factores que favorecen o deterioran la salud de las personas.
Para seguir escudriñando esa relación entre las condiciones ambientales y el cáncer, un equipo de investigadores estadounidenses se puso en la tarea de comparar los datos del Índice de Calidad Ambiental de los Estados vUnidos, que mide las exposiciones ambientales acumuladas entre los años 2000 y 2005, con el número de casos por cáncer desde 2006 hasta 2010. Los expertos encontraron vínculos entre la mala calidad ambiental y el aumento en las tasas de cáncer, sobre todo de mama y próstata.
“Las exposiciones ambientales pueden alterar o interferir en la variedad de los procesos biológicos, incluyendo la producción y función hormonal, inflamación, daño en el ADN y supresión o sobreexpresión de los genes”, reportaron los investigadores, y aseguraron que los casos de cáncer de próstata están relacionados con la exposición a radiación ionizante y los disolventes, y el cáncer de pulmón con la contaminación atmosférica, como hidrocarburos y el diésel.
De tomarse las medidas necesarias, se podrían prevenir 39 de cada 100.000 casos de muerte por cáncer en los Estados Unidos.