Un estudio publicado respalda a quienes, por falta de tiempo o por pereza, limitan su entrenamiento a sábados y domingos.
No los llame domingueros: llámelos sabios. Resulta que aquellos que limitan su actividad física a los fines de semana (solo entonces es cuando salen a correr, a pedalear, o cuando echan la pachanga con los amigos) obtienen del deporte los mismos beneficios que quienes se machacan a diario.
Es lo que se desprende de un estudio publicado este lunes en JAMA Internal Medicine, realizado por un grupo de investigadores británicos. El ejercicio de losweekend warriors (o “guerreros de fin de semana”, como se les conoce en el mundo anglosajón), “puede ser suficiente para reducir el riesgo de mortalidad por todas las causas, incluidas las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, independientemente de su adhesión a las pautas predominantes de actividad física”, concluye el estudio.
Los investigadores monitorizaron los datos de 63,591 hombres y mujeres de mediana edad, durante 18 años (entre 1994 y 2012), y los agruparon en función de cómo programaban su actividad física semanal. Y hallaron que los hombres y mujeres que hacían ejercicio tenían un 29% menos de probabilidades de morir prematuramente que aquellos que nunca entrenaban; por su parte, en aquellos que seguían las pautas recomendadas de 150 minutos de actividad moderada a la semana divididos en cinco sesiones de 30, las probabilidades eran del 30%, solo un punto más.
Los beneficios de entrenar al estilo de los weekend warriors ya los había puesto de manifiesto un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE UU) en 2004, pero solo en comparación con aquellos que llevan una vida sedentaria. Dos años después, un estudio de la Universidad de Saarland (Alemania) encontró que quienes realizan un entrenamiento vigoroso los fines de semana estaban tan en forma, después de tres meses, como aquellos que practicaban un ejercicio moderado cinco veces por semana.
Ahora esta amplia muestra resulta una inyección de moral para aquellos que, por falta de tiempo o ganas, concentran su actividad en solo dos días. “La reducción de los riesgos fue similar en los weekend warriors que en los regularmente activos”, ha señalado el doctor Gary O’Donovan, de la Universidad de Loughborough, en declaraciones que recoge el New York Times.