SANTO DOMINGO. El merenguero y compositor José Peña Suazo no cree que la música popular dominicana esté en peligro de desaparecer en cinco años, sino aparecen nuevos exponentes. Sin embargo, le concede crédito al maestro Ramón Orlando cuando habló en esos términos.
“Creo que es necesario nuevos colores, pero no va a desaparecer... Nosotros vivimos tocando merengue diariamente y las fiestas se llenan”, señaló.
Suazo se inscribe en los que tienen el discurso de que el Estado debe protegerlo. “Lo que si comparto es que la responsabilidad de que perdure recae sobre el Estado. Aquí no hay una política de apego a lo nuestro. Los jóvenes prefieren la cultura extranjera a la de nosotros, pero ellos no tienen la culpa que no se le enseñe. No es como sucede en otros países en donde los niños reciben una orientación con los valores que ellos quieren que prevalezcan en su formación”, puntualizó el popular artista.
A su juicio, si el Estado no mete su mano, entonces cobraría fuerza el vaticinio de Ramón Orlando.
Instó a las autoridades a promover la música dominicana. “Da vergüenza que nuestra bandera musical dominicana que es Juan Luis Guerra no se escuche en este país. En otros países lo veneran, aquí no. Ni el Estado lo promueve como a otros artistas nativos, entre los que citó a Sergio Vargas, Eddy Herrera, y Fernando Villalona. El primero que le da la espalda al merengue es el Estado dominicano”.
Aseguró que el merengue se sigue bailando en las “cuatro esquinas” porque contrario a la bachata el ritmo se presta para denuncias sociales. “Es un ritmo nacional, es una forma de vida... Desde Trujillo hasta nuestros días, todos los presidentes que hemos tenido han usado el merengue para sus campañas, pero cuando ganan todos les dan la espalda a nuestra música. Turismo, Cultura, todos... Aquí hay artistas iconos que están sin trabajo. No es como sucede en otros países donde incorporan a todos sus artistas... ¿Cómo se le reclama a los artistas por qué no tienen discos?... Se están creando falsos valores”. Grabar una canción y colocarla es una gran inversión para un merenguero que cuenta con recursos económicos.
“Aproximadamente se necesitan RD$100 mil pesos para grabar un tema. Imagínate que un artista tenga una canción para grabarla y en ese momento tenga que pagar dos meses del apartamento que están a punto de quitarle. Por eso digo que la grandeza de la Ley de Cine es que le ha dado oportunidad al talento joven del cine dominicano, eso lo tienen los cineasta, pero nosotros no. Nos utilizan en campaña y luego los funcionarios se creen dioses... No es justo que los merengueros se pasen el año entero promocionando un país y cuando el Estado se acuerda, a fin de año, le entregan eso a dos tigueres que hacen su agosto con más de 300 millones de pesos”, dijo Suazo.