Uno de los efectos secundarios que miles de personas que se contagiaron de Covid en las primeras olas fue la pérdida del sentido del olfato. La gran mayoría logró recuperarlo paulatinamente; a algunos les llevó semanas e incluso meses, pero hay quienes aseguran no haberlo recuperado nunca.
Este miércoles en la revista Science Translational Medicine se publicó un estudio realizado por científicos del departamento de Neurobiología en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, que aseguran haber descubierto el motivo por el que algunos que padecieron Covid perdieron el olfato de manera definitiva.
La investigación afirma que el virus SARS-CoV-2 provoca una agresión inmunitaria continuada que merma la cantidad de células nerviosas olfativas.
Junto a científicos de Harvard y de la Universidad de California-San Diego, el equipo de Duke analizó muestras epiteliales olfatorias recogidas de 24 biopsias, entre ellas las de 9 pacientes con pérdida persistente de olfato.
El análisis dirigido por Bradley Goldstein mostró una infiltración generalizada de células T que participaban en una respuesta inflamatoria en el epitelio olfativo, el tejido de la nariz en el que están las células nerviosas del olfato.
El proceso inflamatorio persistió después de la infección y el número de neuronas sensoriales olfativas se redujo, posiblemente debido al daño sufrido por el delicado tejido a causa de la inflamación persistente.
Para Goldstein, “los resultados son sorprendentes. Casi parece una especie de proceso autoinmune en la nariz”.
Goldstein cree que saber qué zonas están dañadas y qué tipos de células están implicadas es clave para empezar a diseñar tratamientos.
Además, el equipo considera alentador que las neuronas parecen mantener cierta capacidad de reparación incluso después del ataque inmunitario.
“Tenemos la esperanza de que la modulación de la respuesta inmunitaria anormal o de los procesos de reparación en la nariz de estos pacientes pueda ayudar a restablecer, al menos en parte, el sentido del olfato”, sostiene.
A su juicio, los resultados de este estudio también podrían ser de ayuda para investigaciones adicionales sobre otros síntomas del Covid de larga duración que podrían tener su origen en procesos inflamatorios similares.