El Colegio Médico Dominicano (CMD) espera que el Gobierno dominicano dé respuesta a la contraoferta salarial entregada por el gremio el pasado 26 de septiembre al rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), padre Jesús Castro, en su calidad de mediador del diálogo.
Aunque el presidente del CMD, Waldo Ariel Suero, rehusó a dar detalles del contenido de la propuesta, considera que ya no existe ninguna traba que impida arribar, de una vez y por todas, a un acuerdo para mejorar las condiciones salariales de los profesionales de la medicina, así como de los hospitales públicos.
Suero sostuvo que se ha avanzado mucho en el diálogo y que están prácticamente resueltos los inconvenientes que impedían la firma y materialización del acuerdo.
La última oferta del Gobierno consistió en un aumento de 25%.
En la última reunión entre representantes del Gobierno y del gremio médico, la administración de Danilo Medina reiteró su propuesta de aumentar de manera diferida en un 25% los salarios de los médicos, a partir de enero de 2017, en una escala de 10% en enero, 10% en julio y 5% en octubre.
No obstante, esta propuesta encontró el rechazo de los médicos, quienes elaboraron una contrapropuesta, cuyo contenido se ha mantenido en total hermetismo, a la espera de que el Gobierno convoque a una nueva ronda de conversaciones.
Adicionalmente, el Gobierno plantea incluir una serie de incentivos que podrían representar aumentos en los ingresos de hasta 60% adicional, contribuyendo así a la mejora en los ingresos del personal de mayor actualización profesional y mejor desempeño en sus labores. Sobre todo, para aquellos que laboran en el Primer Nivel de Atención y en lugares lejanos y fronterizos, de manera que se garantice mejorar el acceso de las poblaciones de esas comunidades a los servicios.
Los médicos también reclaman que los pensionados sean asegurados en la ARS del CMD y que se convoque a concurso interno para captar a más de 3,000 galenos necesarios para cubrir plazas vacantes.
El diálogo médico, que ya supera los seis meses, se mantuvo entrampado por el interés del Gobierno de extender los horarios, lo que provocó el rechazo de los galenos que realizaron una serie de movilizaciones, que incluyó la paralización de los hospitales públicos y ruedas de prensa para denunciar las precariedades que afectan a estos centros de salud.
