El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Francisco Domínguez Brito, acompañado de reporteros de distintos medios de comunicación visitaron el Santuario de Mamíferos Marinos, bancos de la Plata y de la Navidad, para observar el espectáculo de las ballenas jorobadas.
Al lugar asisten a diario centenares de turistas de distintas partes del mundo que vienen al país para observar las ballenas que regresan cada año a la costa norte de República Dominicana durante el período invernal, unas para aparearse y otras a procrear.
Domínguez Brito expresó que “aquí las Ballenas jorobadas se aparean y se enamoran, nacen sus crías por eso estas son ballenas nuestras, hay que cuidarlas, esto es una maravilla de la naturaleza y nosotros como ministerio estamos tratando de que la gente la conozca y la cuide”.
Estos mamíferos marinos vienen al Caribe por sus aguas cálidas y al visitar el lugar en ocasiones se puede ver una hembra rodeada de machos, debido a la selección natural.
Otra característica que tienen es que los machos cantan a través de sus soplidos. Su acto de cópula es sorprendente, van en líneas paralelas, se entrelazan sus pectorales, las colas, se sumergen y dan un salto.
El Santuario de Mamíferos Marinos, Bancos de la Plata y Navidad, creado mediante el Decreto No. 319 del 14 de octubre de 1986, con una extensión de 600 millas cuadradas, es preferido por las ballenas.
En 1996 se amplió el área del Santuario para abarcar además el Banco de la Navidad y hasta el litoral de Samaná, cambiando oficialmente su nombre por el de Santuario de Mamíferos Marinos de la República Dominicana. También cuenta con un hermanamiento que tiene 10 años entre este espacio y el Santuario Marino Nacional Stellwagen, de Estados Unidos.
Según el Ministerio de Medio Ambiente el Santuario sirve como laboratorio natural para que estos mamíferos desde su alumbramiento, en la época invernal, reciban protección.
A su llegada las ballenas no se alimentan debido a que en los mares del trópico el alimento no es tan abundante como en los mares fríos, pero debido a su alto contenido de capas de grasa en su piel pueden mantenerse energéticas al metabolizarlas por sí mismas.
Se le conoce como jorobada por la visión que representa al arquear el lomo cuando asoma a la superficie del agua y emprende una inmersión profunda.
Esta temporada de observación de ballenas dinamiza la economía de toda la zona durante los meses de enero, febrero y marzo, ya que para el año pasado 55,519 turistas extranjeros y dominicanos hicieron la excursión para contemplar un espectáculo digno de admirar.
UN APUNTE
Regresan
Cada año centenares de ballenas en el época invernal dejan los mares fríos de Europa y regresan al Caribe donde las temperaturas del mar permanece entre 25 y 27 grados Celsius y aprovechan este período para enamorarse y reproducirse, luego en la primavera que inician su retorno.
