Millones de personas tienen sarro en los dientes. Así es, no eres el único que padece por la acumulación de restos de comida en sus piezas dentales.
La placa bacteriana de color amarillento aparece cerca de las encías y luego se va expandiendo hacia dientes y muelas y es difícil de eliminar con el cepillo.
Quita el sarro de los dientes
Cuando comemos alimentos demasiado azucarados, grasosos o refinados aumentamos la posibilidad de que aparezca el sarro en los dientes.
Si a eso le sumamos una higiene oral deficiente, fumar o la ingesta de alcohol y café la situación no mejora en lo absoluto.
No solo se trata de un problema estético, sino que también está relacionado con la salud, ya que mucho sarro provoca inflamación en las encías lo que ocasiona desde gingivitis (sangrado) a desplazamiento y caída de piezas.
La buena noticia es que hay remedios caseros para eliminar el sarro de forma natural.
Los más eficaces son:
Bicarbonato de sodio y agua oxigenada
Dentro de las opciones que no pueden faltar dentro de una rutina de limpieza oral encontramos el bicarbonato y el peróxido.
El primero blanquea de forma natural los dientes y el segundo elimina las bacterias. Juntos son una receta perfecta para quitar el sarro y evitar que las piezas se vuelvan amarillas.
Ingredientes
1 cucharadita de agua oxigenada (5 ml)
1 cucharada de bicarbonato de sodio (10 g)
Preparación
Pon en un recipiente el bicarbonato y añade el agua oxigenada.
Mezcla bien para obtener una pasta.
Introduce el cepillo de dientes y utilízalo como si fuera una pasta de dientes común realizando movimientos circulares, sobre todo, cerca de las encías.
Repite este procedimiento 2 veces a la semana, como mínimo.
No olvides leer: 7 buenas razones para utilizar bicarbonato de sodio para la piel y el cabello
Manzana
Acabar con el sarro en los dientes es tan simple como comer una manzana cruda al día. En lo posible, con cáscara, y que sea roja, ya que la verde es un tanto ácida.
Después de cada comida elige este riquísimo postre natural para mantener una sonrisa perfecta.
Otra opción son las fresas o los melones. Ambas frutas quitan el sarro, sanan tus encías y evitan el sangrado.
Jugo de limón
Antes de explicarte cómo hacer este remedio casero has de tener en cuenta que su exceso es contraproducente. Los ácidos del limón pueden manchar los dientes si lo usas sin diluir.
Ingredientes
2 cucharadas de jugo de limón (20 ml)
2 cucharadas de agua tibia (20 ml)
Preparación
En un vaso añade el jugo de limón y el agua. Remueve bien.
Haz enjuagues con este líquido durante 1 minuto.
No lo tragues y no mantengas la mezcla más tiempo en la boca.
Enjuaga con agua limpia al terminar.
Quizás te arda un poco si tienes aftas o llagas.
Cáscara de naranja
La vitamina C de los cítricos no solo están presente en los gajos y el jugo, sino también en la cáscara. Por ello vale la pena aprovechar sus propiedades las veces que podamos.
Pela una naranja y, luego de comerla, pasa la parte interna de la cáscara por los dientes haciendo hincapié en el límite con las encías.
Tras ello no te olvides de enjuagar con agua tibia para evitar la erosión del ácido.
Semillas de sésamo
Si quieres tener unos dientes libres de sarro trata de comer aquellos alimentos que funcionen como exfoliantes. Uno de ellos son las semillas de sésamo. Mastica bien un puñado y luego arrójalas a la basura.
Acto seguido cepilla los dientes como de costumbre. Así disfrutarás de un efecto “pulidor”.
Tips para reducir el sarro en los dientes
Una vez que hayas eliminado o quitado gran parte de la placa adherida en tus dientes de seguro no querrás que vuelva a aparecer.
¿Cómo prevenir su desarrollo posterior? Con estos consejos:
Evita ciertas comidas
El azúcar es tu principal enemigo en lo que a salud oral se refiere. Y es que su consumo deriva no solo en caries, sino también en una mayor cantidad de sarro en los dientes.
Pero, atención, que no es el único malo de esta historia: la harina es igualmente destructiva. Los almidones se mezclan con la saliva y crean un ácido poderoso que mancha el esmalte de las piezas dentales.
Luego se empieza a erosionar y a dejarlos más expuestos al ataque de las bacterias. Por lo tanto, evita tantos refinados, azúcares y bollería.
Consume alimentos ricos en calcio
Los lácteos, como el yogur o el queso, las almendras y las espinacas son las principales fuentes de este nutriente. Ingerirlos a diario mejorará la salud de tus dientes y los hará más fuertes para luchar contra la placa.
Mastica alimentos crudos
Además de las manzanas o las fresas, también hay hortalizas que te pueden ayudar a mejorar la salud oral. Entre ellas encontramos la zanahoria y el apio.
Comer crudos cualquiera de ellos aumenta la producción de saliva y protege los dientes de las bacterias.
Cepíllate bien los dientes
Frecuencia del cepillado
Una gran parte de la responsabilidad de la aparición de sarro reside en una higiene incorrecta. Los dientes se deben cepillar, como mínimo, dos veces al día (al levantarse y al acostarse).
También es importante que uses hilo dental para eliminar los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar y que te enjuagues con soluciones especiales.
Bebe mucha agua
El líquido ayuda a retirar la comida que se queda adherida entre los dientes y las encías. Te recomendamos que, tras comer, bebas un vaso de agua.
Esto es ideal, por ejemplo, si estás en el trabajo y no tienes cepillo de dientes.