PUERTO PLATA. Los pronósticos de más lluvias para esta parte del país mantienen en la desesperación a miles de familias que viven a orilla de ríos, arroyos y cañadas, cuyos lugares fueron prácticamente arrasados por las precipitaciones de los últimos días.
Y es que en menos de dos semanas municipios como Sosúa, Montellano, Imbert, Altamira, Guananico, así como el distrito municipal de Cabarete y algunos parajes de aquí, en al menos cinco ocasiones quedaron anegados.
Aunque el presidente Danilo Medina declaró esta provincia en estado de emergencia, las familias afectadas denunciaron que no han recibido ayudas de las autoridades.
“A nosotros nadie nos ha traído comida ni sábanas. Aquí solo vino la alcaldesa a desviar el río para que no vuelva a penetrar a las casas”, manifestó Ana González, quien junto a otras 20 familias del sector Bella Vista de Sosúa perdieron todos sus ajuares.
De acuerdo a la alcaldesa, Ileana Newman, en Sosúa resultaron afectadas más de mil familias y no cuentan con suficientes refugios, por lo que la gran mayoría de los damnificados están reubicados en casas de familiares y amigos.
“El mayor problema lo tenemos en que la gente no tiene ni siquiera dónde dormir”, indicó Newman.
Idalia Fernández, quien perdió la mayoría de sus ajuares tras ser arrastrados por las aguas del río Bella Vista, el cual se ha desbordado en cinco ocasiones en los últimos diez días por los aguaceros caídos en la región, entre lágrimas dijo no perder las esperanzas de que les lleguen las ayudas prometidas por el Gobierno.
Un panorama similar se observa en el municipio de Montellano, donde las inundaciones afectaron significativamente cientos de casas, dejando a las familias a la intemperie.
Allí los habitantes tampoco han recibido las ayudas prometidas, según denunciaron.
Mientras que en Imbert, la crecida del río Bajabonico destruyó unas 20 viviendas, incluyendo el local donde funcionaba el cuartel policial en la comunidad que lleva el mismo nombre del afluente.
“Ahora mismo estoy confiado en Dios en que envíe a alguien que nos ayude, no puedo hablar por mí solo, aquí somos muchos los afectados”, expresó Robert Jiménez, quien perdió su casa levantada a orillas del río Bajabonico.
Las fuertes crecida de los ríos destruyeron un tramo de la carretera Gregorio Luperón, específicamente en el kilómetro 20, en la comunidad de Los Quemados, haciendo imposible el tránsito vehicular por esa vía.