Entre los votantes que hicieron posible la victoria de Donald Trump hubo personas que se consideraban moderadas y que se decidieron por Trump tras respaldar inicialmente a otros candidatos.
Algunos viven en los estados del centro-norte de Estados Unidos, los cuales —hasta el martes— respaldaron a todos los candidatos presidenciales demócratas desde que Bill Clinton ganó la Casa Blanca en 1992. Algunos habían votado por demócratas previamente. Algunos mantuvieron en secreto su apoyo a Trump hasta después de las elecciones para evitar las burlas de amigos y conocidos.
A continuación, una mirada a los votantes que contribuyeron al triunfo de Trump y sus razones:
En Michigan, Patrick Burke votó por el gobernador de Ohio John Kasich en las primarias republicanas, pero dio su apoyo pleno a Trump una vez que éste superó al resto de los candidatos.
El consultor empresarial de 60 años vive en el condado Macomb, un suburbio de Detroit donde muchos demócratas apoyaron a Ronald Reagan en la década de 1980. En 2012, Barack Obama ganó el condado con un margen de 4 puntos porcentuales. Trump tuvo un margen de 11 puntos esta vez.
Trump representa "el asegurarse de que si trabajas arduamente el gobierno está para ayudarte, no para perjudicarte", dijo Burke, que añadió que el mansaje de Trump "de prosperidad y reducción de la deuda y unas fuerzas armadas fuertes y reforma de la inmigración" realmente atrajo a votantes de clase trabajadora.
Un recorrido por la ciudad de Burke el miércoles arrojó más carteles de Trump que de Hillary Clinton. Algunos llevaron su apoyo al extremo: El césped delante de una casa tenía una enorme cesta de madera, con imágenes de personas como espantapájaros y con un cartel que decía "Los Deplorables": una alusión a la descripción por Clinton de la mitad de los partidarios de Trump como "Una Canasta de Deplorables".
Los comentarios vitriólicos de Trump son bien conocidos: su declaración de que México estaba enviando "violadores" a través de la frontera y un video reciente donde el que el empresario se jacta de manosear los genitales de mujeres que apenas conocía.
Burke admitió que Trump no es perfecto, pero él cree que la retórica más vulgar y divisiva son "solamente palabras".
"Me gusta el hecho de que ha sido exitoso. Ha construido cosas increíbles. Tiene y ha tenido sus fallas, pero ha tenido un éxito enorme", dijo. "Creo que Trump tiene la visión que necesitamos para regresarnos a la dirección correcta".
La veterana de la guerra de Irak Rebecca Zbichorski, de 28 años y residente en Milwaukee, votó por Trump. "Estados Unidos necesita una patada en el trasero", explicó.
Trabajadora fabril que tiene seguro de salud por medio de la Administración de Salud para Veteranos, se inscribió en las fuerzas armadas a los 18 años y sirvió casi ocho como infante de Marina. Dice que ve a Trump como "un tipo común y corriente" a quien no le importa lo que piensen los demás, lo que lo hace el mejor candidato para darle al gobierno "la sacudida" que ella cree que necesita.
El seguro de salud fue su principal preocupación como votante, explicó. Ella no se identifica como liberal ni como conservadora y dice que preferiría un sistema nacional de seguro médico al estilo del canadiense. Recalcó que Trump ha hablado favorablemente del sistema de Canadá, antes de su posición actual de trabajar con el Congreso para anular la Ley de Salud de Obama. Su familia, dice, ha pasado por un "fastidio constante para obtener seguro" bajo la nueva ley.
Le restó importancia a las mujeres que dijeron que Trump las acosó sexualmente.
"En las fuerzas armadas, es una situación común", dijo. "Es lo que pasa con un hombre en el poder y una mujer hermosa y atraída al dinero y el poder... no conozco los hechos. Los únicos que los conocen son las mujeres en cuestión y el tipo".
"Él es una bofetada en el rostro. Es una alarma", dijo Zbichorski. "Déjenle hacer lo que tiene que hacer".
Eileen Barlow, de 56 años, dueña de un pequeño negocio y encargada de un bar a tiempo parcial, votó por Trump porque es un empresario y no un político. Además no es un Clinton.
"Mi abuelo decía que lo que necesitamos es un empresario en la presidencia y eso es lo que es Trump", dijo Barlow en la barra de la Legión Americana en Naperville, un suburbio de Chicago, preparándose para una noche atareada.
En su historial como votante, Barlow ha respaldado a los republicanos 60% de las veces y a los demócratas 40%. La mayoría de sus fa miliares son demócratas, pero Bill Clinton fue la gota que desbordó el vaso para ella. Barlow votó por él dos veces, pero entonces llegó el escándalo sexual con Monica Lewinsky.
"Después de lo que pasó con él, eso me desconectó de los Clinton permanentemente. No solamente lo que él hozo, pero admítelo. No nos mientas", dijo.
La ley de salud de Obama fue otra razón.
Barlow y su esposo son duelos de pequeños negocios y tienen tres hijos adultos. A partir del 1 de febrero pagarán poco menos de 1.400 dólares al mes en primas de seguro médico por ellos dos y un deducible de 2.500 dólares por persona.
"La ley de salud es un desastre", dijo. "Estamos tratando de ahorrar para el retiro. Nosotros pagamos por la universidad de nuestros hijos — seguimos pagando porque no queremos que estén cargados de deudas. Y ahora los demócratas están hablando de enseñanza universitaria gratuita? ¿Quién paga por eso?".
Al igual que muchos partidarios de Trump, ella mantuvo secreto su respaldo a Trump: "Uno no quiere que se burlen, le digan que es estúpido".
Illinois es un estado firmemente demócrata y Clinton, que nació en un suburbio de Chicago, ganó fácilmente en el estado el martes. Ganó además el condado Page, donde vive Barlow, pero Trump atrajo a votantes en otras partes en una forma en las que Mitt Romney no lo logró, ganando dos condados más en Illinois que el candidato presidencial demócrata de 2012.
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En la barbería Anthony's Barber Shop en Middletown Township, Pennsylvania, los clientes del dueño Anthony Canamucio van desde médicos y abogados hasta obreros siderúrgicos retirados de toda raza. La mayoría de ellos, como el propio Canamucio, votaron por Trump. "Estamos hastiados de elitistas y políticos de carrera", dijo.
Canamucio, que usualmente vota por republicanos, dio su apoyo al gobernador de Wisconsin Scott Walker a inicios de las primarias, pero al extenderse la contienda, cambió su candidato.
"Uno podía ver quién era el político de carrera tratando de trepar — incluso el propio Walker", dice. "Y entonces estaba Trump".
Trump "habló como habla gente acá en la barbería" y tenía posiciones que, dice el barbero de 50 años, reflejan a la mayoría de los estadounidenses típicos.
Inmigración, por ejemplo: Canamucio dice que no tiene sentido que haya estados emitiendo licencias de conducir a inmigrantes ilegalmente en el país ni que refugiados sirios vengan a Estados Unidos en lugar de a países árabes vecinos. En Trump él encontró a alguien con posiciones similares.
Ahora, dice, es importante que Trump cumpla sus promesas de campaña. "Creo que la gente espera que haga lo que dijo que iba a hacer".