SANTO DOMINGO.-En momento en que la Difteria, una enfermedad muy contagiosa y mortal, acabó con la vida de un niño de tres años, de nacionalidad haitiana, y se mantiene otro infante aislado y en observación, el Ministerio de Salud Pública alertó su sistema de vigilancia profiláctica para evitar un brote de este padecimiento.
Las autoridades han hecho profilaxis en áreas de Los Mina, en donde el niño en vigilancia y otro el que falleció estuvieron en contacto con miembros de sus comunidades.
La mortalidad de la difteria es del 5-10% en quienes la padecen, y al Organización Mundial de la Salud (OMS) es categórica al decir que la existencia de casos de difteria refleja una cobertura insuficiente del programa nacional de inmunización infantil.
El Ministerio de Salud invirtió en agosto de este año más de RD$160 millones para comprar uno 1.4 millones de dosis de vacunas.
Entre ellas, unas 300 mil dosis para prevenir la difteria, pero es necesario que la población entienda que vacunar para prevenir no es lo único importante, también hay que cuidarse y evitar el hacinamiento.
La vacuna es gratis y se suministra en varias etapas: antes de cumplir los dos meses de nacido, a los 18 meses y a los 4 años.
Si el niño está inmunizado, aunque el adulto se la transmita no se enferma, pero puede adquirir la bacteria, porque la dosis es en contra de la toxina.
El doctor Zacaría Garib, director del PAI, explicó que la difteria es una enfermedad de la pobreza y cuando se vive en hacinamiento es más propensa a contagiarse.
La difteria es una enfermedad infecciosa aguda epidémica, ocasionada por la exotoxina proteica producida por Corynebacterium diphtheriae (bacilo de Klebs-Löffler).
Se caracteriza por la aparición de falsas membranas (pseudomembranas) firmemente adheridas, de exudado fibrinoso, que se forman principalmente en las superficies mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores.
Suele afectar a las amígdalas, garganta, nariz, miocardio, fibras nerviosas o piel.
Se trata de una exotoxina de tipo A/B. La subunidad B es reconocida por receptores de membrana, lo que provoca que la subunidad A entre en la célula mediante proteólisis.
Ataca a los niños menores de cinco años y a adultos mayores de 60 años.
Esta enfermedad infecciosa provoca, entre otros síntomas, ardor en la garganta al pasar la comida, dificultad al respirar y/o estados de choque inminente (piel fría, inquietud, fiebre, exudado mucoso grisáceo).
Se transmite a otros por medio del contacto directo por estornudos, garganta, piel, ojos o cualquier otro tipo de secreción de las personas infectadas.
Los síntomas principales son el dolor de garganta, un aumento leve de la temperatura corporal y ganglios linfáticos (nódulos linfáticos) inflamados en el cuello.
Además, se puede formar una membrana en la garganta. Las lesiones de la piel pueden ser dolorosas, de aspecto hinchado y enrojecido.
Alternativamente, una persona con difteria puede no presentar absolutamente ningún síntoma. Se reconocen en menor frecuencia también cuadros de infección cutánea, vaginal, de conjuntivas oculares u oídos.
Los síntomas usualmente aparecen de 3 a 9 días. Si no aparece antes o después se debe acudir a un hospital entre 24 a 48 horas después del contagio.
Un ejemplo de la seudomembrana densa y gris que cubre las amígdalas en un ejemplo clásico de difteria.
Tiempo de incubación
Las personas no tratadas infectadas con difteria suelen ser contagiosas durante las primeras dos semanas, y menos frecuentemente más allá de cuatro.
Si son tratadas con los antibióticos apropiados, el periodo de contagio puede limitarse a menos de cuatro días.
El recuperarse de la difteria no siempre produce inmunidad duradera.
El toxoide de la difteria usualmente se combina con el del tétanos (Clostridium tetani) y el de la tos ferina (Bordetella pertussis) en una sola vacuna triple conocida como DTP.
Según calendario vacunal vigente en España, salvo herida que precise dosis extra de gamma globulina, la pauta de vacunación para inmunización frente a difteria/tétanos es de cinco dosis en total, frente a la antigua que decía que había que poner una dosis de recuerdo cada diez años tras la primera vacunación.
La forma más efectiva de control es la de mantener el más alto nivel de vacunación en la comunidad.
Otros métodos de control incluyen el pronto tratamiento de casos y mantener un programa de vigilancia epidemiológica.
Cualquiera que tenga contacto con una persona con difteria deberá ser examinada en busca de la enfermedad, tratada con antibióticos y, posiblemente, tenga la enfermedad.
También se puede prevenir cuando la persona infectada se cubre la boca con un pañuelo desechable cuando va a toser y se lava las manos después de toser.
Esta enfermedad es muy contagiosa por lo que es recomendable vacunarse.
En España, la difteria está en la lista de enfermedades de declaración obligatoria.
En Francia, en Bélgica y en Canadá, la difteria está en la lista de enfermedades infecciosas de declaración obligatoria.
Tratamiento curativo
El tratamiento curativo incluye sobre todo la sueroterapia antitoxina
La antitoxina diftérica es de origen equino, y antes de su administración se debe proceder a un test cutáneo (o en la conjuntiva) para excluir una posible hipersensibilidad.
Los antibióticos desempeñan un papel accesorio en el tratamiento. Su utilidad principal es acelerar la desaparición del germen en los individuos curados que siguen siendo portadores.
POR JACQUELINE MORROBEL