El foro de expertos auspiciado esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar respuestas al actual brote de viruela del mono finalizó hoy con más preguntas que respuestas, e incluso nuevas hipótesis que barajan que la enfermedad pueda transmitirse por vía sexual.
Aunque en las últimas semanas la OMS ha insistido en que la viruela del mono se transmite por contacto físico próximo, no necesariamente sexual, expertos participantes en la reunión virtual de dos días subrayaron que deben realizarse más análisis en laboratorio.
Es necesario, según ellos, analizar muestras de semen en busca del virus causante de la enfermedad, o investigar por qué en países endémicos como Nigeria esta viruela menos grave que la convencional es especialmente prevalente en hombres y no en mujeres.
Olvidada cuando atacaba en África
Una conclusión que sí se extrajo en los dos días de debates fue el hecho de que la viruela del mono ha sido una enfermedad olvidada durante las cuatro décadas en las que ha sido endémica en África occidental y central, y sólo se le ha prestado atención cuando se ha declarado un brote en naciones desarrolladas como las europeas.
El actual brote en países no endémicos totaliza al menos 643 casos (190 en Reino Unido, 142 en España y 119 en Portugal), mientras que en los países de África donde sí era prevalente este año se han detectado 1.405 contagios (1.264 de ellos en la República Democrática del Congo) y 66 muertes.
Los expertos subrayaron la necesidad de investigar en profundidad el origen animal del virus, ya que se apunta a roedores y no a monos como principales transmisores, pero hay miles de especies de estos animales en las regiones endémicas.
Médicos africanos de las zonas con frecuentes casos explicaron que los niños son allí los más afectados por esta enfermedad, concentrando a veces casi un 90 % de los casos, y apuntaron la posibilidad de que lo contraigan en cacerías rurales de pequeños animales.
En la República Democrática del Congo, por ejemplo, un 72 % de los contagios confirmados se atribuyeron a contactos con roedores, y sólo un 28 % por transmisión entre humanos.