Santo Domingo. Un supuesto positivo de dopaje de David Ortiz en las pruebas de ensayos en 2003, que reportó The New York Times en 2009, dejaba las dudas en un importante sector de la prensa y fanáticos sobre el extoletero dominicano, una información que él siempre enfrentó.
“De mí se inventaron un tró de vainas, de las pruebas de 2003, pero en mi subconsciente yo sabía que yo nunca necesité usar esteroides para jugar. ¿Por qué? Porque en el real tiempo en que hicieron pruebas a mí me las hicieron todas yo era palo y palo con todo el mundo y nunca falté a una prueba”, dijo Ortiz.
A partir de 2005 la MLB comenzó a castigar a los jugadores que fallaran a las pruebas y Ortiz jugó hasta 2016 sin nunca fallar a una.
“Todo el que hacía ejercicio, especialmente en ese tiempo, GNC era la casa de ir a comprar suplemento para mantenerte fuerte, fortalecer tus músculos, etc., eso era normal para todo el mundo. Ahora, después que empezaron a hacer la prueba y dicen que de cualquier cosa tú puedes dar positivo, ya GNC no era una opción. ¿Pues qué dejé de hacer? Dejé de ir a GNC, pues no quería buscarme problemas, en mi mente que fui a tal sitio a comprar esteroides, eso nunca pasó”, dijo el bateador de 541 jonrones.
Ortiz entiende que a partir de la incorporación del programa en 2004 la MLB ha suministrado la suficiente información como para que ningún jugador alegue ignorancia.
“Ahora, el que metió palo después del 2004 para allá... Conmigo tenían una persecución, para más decirte. Ellos decían que esa vaina era dizque al azar, dizque vamos a ver el que salía… yo estaba en todas, más de 10 pruebas al año me hacían. Yo estaba en todas, cada vez que esos tipos entraban por la puerta. Había veces que yo en una semana me hacían hasta tres pruebas”, dijo.
Se llevó torneo a USA
David Ortiz celebró durante nueve años (2010-2018) un torneo de golf de celebridades para recaudar fondos para su fundación, pero en 2019 tuvo que tomar la decisión de llevárselo a Miami y no se arrepiente.
Explicó a DL que mientras montaba el certamen en el país tenía que gastar en la organización hasta la mitad de lo recaudado, pero que al llevarlo a Estados Unidos se puede destinar hasta el 87% al fin original de la fundación, que es intervenir niños con problemas de hidrocefalia.
“Hacía mi torneo de golf aquí, pero hay mucha gente aquí que entendían que eso era unas vacaciones para ellos y su familia y te frenaban allí, te creaban un gasto y tú por la amistad, la relación o lo que sea ese gasto lo cubrías. Pues entonces llegaba un punto que cuando sumaba de un dólar estaba gastando 50 centavos en gastos y 50 centavos iban a la fundación”, dijo Ortiz.
Era un escenario que amenazaba con ocasionarle problemas con la Hacienda estadounidense (IRS en inglés) por la baja recaudación para fines benéficos.
“Cuando lo hago allí no se me aparece nadie sin estarlo esperando. Invitaba a un jugador y se aparecía con nueve gente, un pana tuyo de la prensa con la mujer y los hijos. Dije que esto no es un fin de semana para nadie, esto es para salvar vidas”, dijo el Big Papi.
Indicó que el respaldo del empresariado local tampoco fue alto, muy distinto a lo que ocurre en la Florida.