SANTO DOMINGO (PRENSA LATINA).- El turismo dominicano cierra a toda vela el 2021, con la recepción de más de cuatro millones visitantes, y aún faltan días para sumar viajeros a esa cifra.
El ministro de Turismo, David Collado, dijo a la prensa recientemente que el penúltimo mes del año tuvo un registro histórico de 519 mil 349 viajeros, una mejoría del 197 por ciento respecto a igual período del 2020, superior en 12 por ciento a noviembre 2019, e incluso, un siete por ciento por encima del mismo mes de 2018.
«Cada vez el proceso de recuperación de nuestro turismo es más sólido y evidente, como lo muestran los números que presentamos», agregó.
Según los datos expuestos, el arribo de no residentes este año fue un 82 por ciento de extranjeros y el 18 restante de dominicanos, y la recuperación estuvo liderada por los nativos de esta nación ausentes, quienes en 2020 empezaron a llegar al país al mismo ritmo en que lo hicieron en 2019.
Por lugar de entrada sobresalió el aeropuerto de Punta Cana, seguido de Las Américas, en esta capital y el del Cibao.
El flujo de turistas hacia República Dominicana se diversificó en términos de países emisores. En verano del presente año los que residían en Estados Unidos concentraban el 70 por ciento del total, pero a esta altura ese grupo es de solo el 39 por ciento.
«Esta disminución se explica por el incremento de los extranjeros con residencia en Rusia (cuya participación de mercado pasó de uno por ciento a 11), y Canadá (pasó de uno a 10), entre otros países, principalmente europeos.
Por supuesto, los resultados del momento no son como para cantar victoria por la pandemia de la Covid-19, nuevas variantes del SARS-CoV-2 -el virus causante de la enfermedad- entran y es de esperar rebrotes, los cuales pueden dar al traste con cualquier empeño.
Pero los logros constituyen una esperanza para este país y según entendidos en el tema, la continuidad dependerá de cómo esta gran industria sea capaz de exigir el cumplimiento de lo indicado.
GÉNESIS DEL DESPEGUE
Cuando la nueva administración tomó el poder en agosto de 2020, el turismo estuvo entre sus prioridades, algo predecible en un país donde el sector tiene una importancia capital y un peso decisorio dentro de la economía.
El gobierno elaboró una estrategia basada en cuatro ejes fundamentales: gobernanza, gestión del riesgo sanitario, comunicación y apoyo económico.
Sin contar que decidió invertir 420 millones de pesos (7,3 millones de dólares) en promoción y acuerdos con aerolíneas para asegurar rutas, apoyo económico, flexibilización fiscal, medidas monetarias, un fondo de garantías, y ayuda crediticia para las pequeñas y medianas empresas.
Aprobó la creación de un seguro de salud a cargo del Estado para proteger a los visitantes que fueran afectados por la Covid-19 y decidió no solicitar a los viajeros ningún tipo de prueba para el ingreso al país, ni hacerlas masivas a su llegada, sino aleatorias de rápida aplicación.
Así las cosas, en aquel momento el presidente dominicano, Luis Abinader, también creó el Gabinete Turístico, órgano que al decir del jefe de Estado, aparte de ser un espacio de gestión de crisis, iba a contribuir a la coordinación interinstitucional, la cual apuntaba a proporcionar la recuperación y el desarrollo constante de la industria del ocio.
Con el pasar de los meses, nuevas acciones fueron sumadas. Los sectores público y privado decidieron aunar esfuerzos para promocionar el destino en un momento de dudas y empujaron parejos en la búsqueda del éxito.
UNA MARCA PAÍS
El mandatario expresó que el turismo significa empleo, divisas, compras, y en general, una marca país, y resaltó su importancia como medio para conquistar la meta de crecimiento y desarrollo sostenible.
«El gobierno abrió las fronteras porque muchas personas en todo el mundo están deseosas de visitarnos, de venir, o de volver en muchos de los casos, a las maravillosas playas del Caribe y así conectar con nuestra isla y conocer nuestra cultura y disfrutar de la amabilidad que siempre brinda nuestra gente», sostuvo.
A mediados de este año, ministros y representantes del Turismo de las Américas debatieron acerca de la supervivencia del sector en medio de la Covid-19, en el polo turístico dominicano de Punta Cana.
Para esa fecha, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili, expresó a Prensa Latina que el trabajo efectuado por los dominicanos había marcado el reinicio del turismo en la región.
Aunque insistió en la importancia de hablar de protocolos unificados para todos los países, porque era evidente que existía la necesidad de viajar, pero sin protocolos generales sería difícil hacerlo.
Pololikashvili puntualizó que ya se podía hacer turismo pero de la crisis debía salirse unidos; por supuesto, la situación no es igual en cada país, sin embargo compartir experiencias es bien importante para vencer a la Covid-19, por ello, aportes como los dominicanos debían tenerse en cuenta.
De tal forma puede decirse que todas las acciones adoptadas dieron fruto, los resultados lo avalan y es de esperar que la locomotora continúe su andar y no se detenga, por el bien del país.
Por tanto, la República Dominicana trabaja en función de despedir el 2021 con cifras de encomio, teniendo en cuenta que los principales polos turísticos tienen una gran demanda en los fines de año, y se prepara para dar continuidad a estos empeños con la firme intención de no dar pasos atrás.
