Por :Claudia Castro Val
Según el estereotipo asumimos que, cuando se trata de relaciones sentimentales, las mujeres se involucran más que los hombres, pero un estudio psicológico demostró que durante una separación, los hombres sufren más que las mujeres y tienen un impacto emocional mayor.
Por generaciones, melodramas, películas, series y libros han reforzado la idea de que cuando ocurre un rompimiento sentimental, las mujeres lloran, sufren y difícilmente lidian con las emociones que deja la ruptura, pero un equipo de psicólogos de Reino Unido y Suiza encontraron que son los hombres quienes sienten mayor dolor emocional cuando su relación presenta problemas serios, más que las mujeres.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad de Lancaster analizaron las características psicológicas y demográficas de más de 184,000 personas que publicaron sus problemas de pareja en un foro en línea. A través de métodos de procesamiento de lenguaje natural encontraron que el tema más mencionado fue el dolor emocional, así como la angustia, el arrepentimiento, la ruptura, el llanto y el corazón roto.
Contrariamente a lo esperado, los hombres hablaron de angustia más que las mujeres. Charlottle Entwistle, la autora principal del estudio publicado en el Journal of Social and Personal Relationships, afirmó que “el hecho de que los hombres discutieran con más frecuencia el tema de la angustia enfatiza cómo los hombres se ven al menos tan afectados emocionalmente por los problemas de relación como las mujeres”. Además encontraron que los hombres eran más propensos a buscar ayuda para las relaciones que las mujeres en entornos en línea.
Los problemas de pareja más frecuentes
Originalmente, el estudio fue diseñado con el objetivo de crear un mapa de los problemas más comunes en las relaciones de pareja, según datos arrojados fuera de los consultorios de los terapeutas de pareja, en entornos más comunes.
Los investigadores encontraron que los problemas de comunicación son el problema número uno, el que ocurre con mayor frecuencia entre las parejas, seguido por los problemas de confianza en las relaciones.