La Corte Suprema de Estados Unidos dejó en vigor una ley federal que prohíbe las peleas de gallos en Puerto Rico.
El máximo tribunal rechazó el martes una objeción a la ley. Como es usual, la corte no explicó por qué rechazó el caso.
En el 2008, el Congreso cambió una ley federal que permitía peleas de gallos en la isla. Individuos y organizaciones involucrados en las peleas objetaron la ley, diciendo que el Congreso había excedido sus poderes al aplicar la prohibición a Puerto Rico. Apuntaron entonces que las peleas de gallos estaban “profundamente arraigadas en la historia, la tradición y la cultura de la isla”.
Las peleas de gallos fueron llevadas a Puerto Rico por los españoles en el siglo XVI y la ley puertorriqueña las llama un “derecho cultural de todos los puertorriqueños”. Puerto Rico estima que las peleas de gallo sostienen más de 11,000 empleos y generan unos 65 millones de dólares anuales en el territorio.
Dos cortes inferiores habían fallado ya de parte del gobierno y dicho que el Congreso actuó apropiadamente.