Estados Unidos enviará a otros países hasta 60 millones de dosis de la vacuna anticovid de AstraZeneca, anunciaron funcionarios del gobierno el lunes, mientras el presidente Joe Biden se comprometía a ayudar a una golpeada India a combatir la pandemia.
Críticos han acusado a Washington de “acaparar” la vacuna desarrollada en Gran Bretaña, que no está autorizada en el país y probablemente no será necesaria para vacunar a los estadounidenses.
El tema ha salido a la luz en los últimos días, mientras India enfrenta un nuevo aumento catastrófico de contagios por covid-19, que ha llevado a la saturación de su sistema de atención médica y a los crematorios a su capacidad máxima.
“Estados Unidos entregará 60 millones de dosis de AstraZeneca a otros países a medida que estén disponibles”, tuiteó Andy Slavitt, asesor principal de la Casa Blanca para la lucha contra el coronavirus.
Una funcionaria del gobierno dijo a la prensa que los primeros 10 millones de dosis podrían estar disponibles “en las próximas semanas”, después de que pasen una inspección de calidad por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
“Se estima que hay 50 millones de dosis adicionales que se encuentran en varias etapas de producción, y estas podrían completarse en fases a lo largo de mayo y junio”, agregó.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en tanto en una sesión informativa que los países receptores no se han decidido y que su gobierno continúa formulando su plan de distribución.
Pero India parece ser uno de los principales aspirantes después de que Biden sostuviera una llamada telefónica con el primer ministro de ese país Narendra Modi, quien le pidió ayuda para enfrentar la grave emergencia sanitaria.
“Hoy hablé con el primer ministro @narendramodi y le prometí el apoyo total de Estados Unidos para brindar asistencia de emergencia y recursos en la lucha contra el COVID-19. India estuvo allí para nosotros y nosotros estaremos allí para ellos”, tuiteó Biden.
Funcionarios de su gobierno agregaron que Washington estaba buscando opciones para suministrar oxígeno -desde envíos directos hasta sistemas de generación-, así como el medicamento antiviral remdesivir, equipo de protección personal, tests de covid y equipos de expertos.
El anuncio se produce luego de que el mes pasado Estados Unidos prometiera entregar unas cuatro millones de dosis de AstraZeneca a México y Canadá.
El avance en el programa de vacunación hace además poco probable que la primera potencia mundial requiera de los inmunizantes producidos por el laboratorio británico.
Pfizer y Moderna afirman que están en condiciones de entregar unos 600 millones de dosis para fines de julio, suficientes para inmunizar a 300 millones de personas.
El país también ha reanudado la vacunación con el producto de Johnson & Johnson, que requiere de una sola aplicación, después de una breve pausa por presuntos vínculos de esa vacuna con una forma rara de trombosis.
Más del 53% de los adultos en Estados Unidos han recibido hasta ahora al menos una dosis de una vacuna, según datos oficiales, y la demanda interna ha comenzado a disminuir, ya que muchas personas que deseaban vacunarse ya lo han hecho.
La tasa de nuevos casos diarios de covid también está disminuyendo, cayendo por debajo de 60.000 al día en promedio, por primera vez en un mes.
Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, dijo que uno de los principales obstáculos para enviar dosis de AstraZeneca al extranjero había sido el tema de la responsabilidad legal, ya que los contratos originales se formularon entre la empresa y Estados Unidos.
“Puede haber algunos eventos adversos e incluso puede haber eventos que no estén relacionados con la vacuna”, dijo Jha durante un seminario web, y agregó que al fabricante le preocupaba ser objeto de demandas sin la indemnización de que disfruta en Estados Unidos.
“Creo que esto es solucionable por India, que puede ofrecer a AstraZeneca indemnizaciones y protección”, agregó.
Pero predijo que el tema podría ser políticamente delicado en India si la vacuna de AstraZeneca llega a ser vista como una inyección de segundo nivel o “descartada” por otro.
