Puerto Príncipe, 6 mar.- Al menos 10 secuestros reportaron los medios locales en la semana que culmina hoy en Haití, lo que obligó al gobierno a dictar nuevas medidas para frenar este flagelo.
Desde este sábado, los vehículos no pueden circular con los vidrios tintados, a excepción de los oficiales y los relacionados con embajadas y consulados, mientras las autoridades prometieron controlar el acceso a las tarjetas de teléfonos móviles.
A inicios de esta semana, el presidente Jovenel Moise anunció el refuerzo de los controles en las aduanas, y citó como ejemplos los puertos de Saint Marc, Cabo Haitiano y Lafiteu «por donde ha pasado el mayor número de municiones y armas que han entrado en el país».
«Se comprobará en los últimos cinco años qué tipo de armas han importado las empresas de seguridad, dónde están, quién las utiliza», dijo al mandatario tras participar en una reunión especial del Consejo de Seguridad de la Policía, y añadió que también controlarán el uso y la cantidad de municiones que llegan al país.
Las autoridades anunciaron además una nueva línea telefónica para reportar los secuestros y brindar información, y volvieron a pedir a la población colaborar con la Policía.
Además, se creó una comisión para frustrar los secuestros, que cuenta con la colaboración de la Policía de Colombia. Desde la semana pasada una delegación del cuerpo de seguridad suramericano permanece en Haití para intercambiar experiencias con sus pares locales, confirmó León Charles, director de la Policía Nacional.
A pesar de los anuncios gubernamentales, esta semana crecieron los casos de secuestros por rescate, entre ellos el del esposo de la actual ministra de Salud, Marie Greta Roy Clement; y el de Jean Marc Condestin, miembro de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio, por el cual más de 275 gasolineras cerraron sus puertas en protesta.
En un informe ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, las oficinas del organismo internacional en Haití, revelaron que los raptos se duplicaron en 2020, con respecto al año anterior, e incluso afectaron a niños en edad escolar.
Por su parte, el Centro de Investigación en Derechos Humanos confirmó que al menos 110 personas fueron secuestradas durante enero y febrero, la amplia mayoría en la capital.
