A pesar de que existen pocos estudios contundentes sobre los efectos o secuelas que desarrollan las personas que han superado el coronavirus, especialistas que reciben en su consulta a este tipo de pacientes han observado que uno de los principales síntomas que desarrollaron es la disnea o sensación de ahogo.
“El principal síntoma que notan los pacientes COVID-19 que desarrollan secuelas es la disnea o sensación de ahogo, que persiste después de la fase aguda, y que se manifiesta al realizar esfuerzos que no requieren de una intensidad alta, como caminar”, explicó la neumóloga Clara Méndez.
Méndez indicó que también pueden padecer otros síntomas como tos, dolor torácico u otros más inespecíficos, variables y de menor relevancia clínica.
Este es el caso de Jennifer (nombre ficticio), una persona asmática que a final de diciembre empezó a padecer algunos síntomas del COVID-19 y, aunque según las pruebas PCR ya superó la enfermedad ha desarrollado neumonía y sinusitis.
“La neumonía fue por el COVID. Antes me habían dado algunas sinusitis y asma, pero después del COVID me quedé con sinusitis y el asma fija. Entonces estoy en tratamiento por un mes, esperando sanarme”, contó a Diario Libre.
“Los pulmones solo la neumóloga los ha auscultado en consulta. Me dijo que tenemos que esperar un mes para hacerme otra tomografía y ver si están bien”, explicó Jennifer.
En ese sentido, la neumóloga Clara Méndez indicó que en las imágenes radiológicas de algunos pacientes ingresados por COVID-19 se observan lesiones pulmonares, que pueden ser precursoras de fibrosis pulmonar.
“La hipótesis actual es que estas lesiones están causadas por la inflamación que produce el propio virus, junto con las consecuencias de la ventilación mecánica en pacientes que requieren intubación. Aunque se desconoce por el momento el impacto real, las lesiones, varios centros están realizando el seguimiento de estos pacientes para poder detectar de forma precoz el posible desarrollo de fibrosis pulmonar”, dijo.
Méndez, quien labora en el hospital Francisco Moscoso Puello, señaló que al día de hoy, los conocimientos científicos sobre las secuelas a medio y largo plazo de esta enfermedad son limitados, aunque ya se ha ido reuniendo evidencia científica y experiencia sobre algunos aspectos.
“En la fase aguda, el COVID-19 presenta distintas manifestaciones en el aparato respiratorio, de las cuales la más evidente es la neumonía bilateral que puede conducir al ingreso hospitalario de los pacientes afectados por una insuficiencia respiratoria grave que, a su vez, puede abocar a una situación de distrés respiratorio agudo”, dijo.
Además de los problemas pulmonares, Jennifer tiene problemas de concentración, malestar estomacal y cansancio continúo.
“Siento la cabeza aturdida. No sé cómo explicarlo, una sensación extraña. No me concentro igual, en ocasiones me dan diarreas, cólicos. En mi estómago casi todo me cae mal, he sentido cansancio en ocasiones y debilidad, aunque ahora los síntomas son más extendidos. O sea, no son constantes durante todo el día”, dijo.