Por: Lorenza Amor
Es bien sabido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, complementarlo con fruta es una extraordinaria medida de salud, que se relaciona con grandes beneficios terapéuticos. Si eres de las personas que suele desayunar poco o sólo una taza de café, probablemente a medio día te encuentres agotado y algo apático. Integrar fruta como parte del desayuno, puede ser una grata, sencilla y nutritiva solución.
El desayuno es la primer comida del día y sin lugar a dudas es uno de los pasos más básicos para seguir un estilo de vida saludable. Tiene la importante tarea de recargar al organismo para iniciar el día con vitalidad y energía y así cumplir con todas sus funciones.
Como su nombre lo indica la palabra desayuno, significa romper el ayuno y es la primer oportunidad que tiene el cuerpo de ingerir alimentos después de varias horas de descanso, es por ello que la calidad de lo que desayunamos es tan relevante.
Lo cierto es que el actual estilo de vida, acelerado, con altos niveles de estrés y preocupaciones constantes, ha hecho que le demos poca importancia al desayuno y de hecho existen algunas personas que lo relacionan con una total pérdida de tiempo. Sin embargo un desayuno saludable no sólo será determinante en los niveles de energía del transcurso de la mañana, influye en el humor y estado de ánimo, en los niveles de concentración y el funcionamiento digestivo.
La buena noticia es que un desayuno completo y rico en nutrientes no tiene porqué ser tedioso ni complicado, sólo es cuestión de organizarnos y determinar nuestras preferencias. También existen personas que al iniciar el día no presentan tanto apetito, por lo que considerar algún cereal, lácteos como la leche o el yogurt y fruta, nos tomará 3 minutos de preparación.
Las grandes bondades de desayunar fruta:
Es simple, las frutas son consideradas uno de los alimentos más fundamentales e importantes en toda dieta equilibrada. Pertenecen a uno de los grupos de alimentos que más benefician el funcionamiento del organismo, esto se debe a su extraordinario aporte en nutrientes esenciales.
Todas las frutas son saludables y son una peculiar fórmula nutricional que se asocia con diferentes cualidades terapéuticas. A grandes rasgos se caracterizan por su alto contenido en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, su composición nutricional se relaciona con inmensas propiedades medicinales.
Iniciar el día con fruta es un hábito de salud imperdible, después de 8 horas de descanso no podemos mal nutrir al organismo con alimentos de alto valor calórico y nulo aporte nutricional. Con esto nos referimos a alimentos ricos en grasas, harinas refinadas y azúcares añadidos, el cuerpo tarda mucho en procesarlos y pueden derivarse picos de glucosa, promueven comer en exceso y fomentan el sobrepeso.
La buena noticia es que la fruta aporta un tipo de azúcar que el organismo asimila muy bien, no sólo es ligera y refrescante lo que estimula todos los órganos y gracias a su alto contenido en fibra promueve el buen proceso digestivo e intestinal. Su aporte en glucosa se relaciona con beneficios para potenciar el funcionamiento cerebral y el rendimiento físico y mental.
El consumo de frutas también se relaciona directamente con grandes cualidades para fortalecer al sistema inmunológico y es clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diversas afecciones digestivas, condiciones neurodegenerativas y son un elemento importante en la prevención del sobrepeso y la obesidad.
¿Cuáles son las mejores variantes de fruta para desayunar?
Si bien el mundo de las frutas es extenso, colorido y exótico, existen algunas alternativas que resultan más benéficas para iniciar el día con mayores niveles de nutrición y energía. Descubre la lista de las variantes más recomendadas y sus particulares bondades.
- Kiwi
Son frescos, coloridos y con un peculiar sabor ácido-dulce que estimula positivamente al organismo. Su más grande cualidad se debe a su alto contenido en vitamina C (son una de las frutas que más la contiene), aunque también se distinguen por su alto contenido en vitaminas E, K, folatos, potasio y mucha fibra. Protegen al organismo de infecciones y enfermedades (sobre todo las del tipo respiratorio), estimula al sistema de defensas y también son un buen aliado para regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento.
- Plátano
El plátano es una de las frutas más representativas del desayuno, lo cierto es que también es una de las opciones más fáciles, prácticas y nutritivas. Llama de manera especial su contenido en potasio que se relaciona con un papel fundamental en la contracción de los músculos, es clave para evitar calambres y se relaciona con grandes cualidades para controlar la hipertensión. Contiene vitaminas como la A, C, D y B6, está última se asocia con beneficios para aumentar la producción de serotonina y dopamina.
- Manzana
Una manzana al día del médico te librará, consumirla como parte de los primeros alimentos del día será un gran acierto. Las manzanas son accesibles, deliciosas y una fuente inagotable de nutrientes, se caracterizan por su alto contenido en antioxidantes que se debe a su aporte en fenoles y flavonoides. También se relacionan con una inigualable riqueza en minerales como el fósforo, calcio, hierro y magnesio y son muy ricas en pectina, un tipo de fibra que se relaciona con beneficios para la salud cardiovascular, el control del colesterol y la glucosa, y por supuesto la regulación del tránsito intestinal.
- Arándanos
Iniciar el día con una dosis extra en antioxidantes es clave en la prevención de enfermedades y estimulan el funcionamiento del sistema inmunológico. Los arándanos son un tesoro nutricional, que se destaca por su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, en específico flavonoides. Son muy ligeros y bajos en calorías, el complemento perfecto para un tazón de avena o algún cereal. Su consumo se relaciona con beneficios para combatir los radicales libres, el envejecimiento prematuro, son buenos para la salud cardiovascular, ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre y son altamente depurativos.