José “Pepe” Mujica hizo en Librería Cuesta su primera aparición en su visita al país. Su discurso fue una especie de lección sobre su sentido de existencia: “la vida no se hizo para trabajar, se hizo para vivir”.
El expresidente uruguayo asistió a esta librería para encabezar la puesta en circulación del libro “Una oveja negra al poder”, de la autoría de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, un acercamiento biográfico a Mujica con más de 200 mil copias vendidas.
Su actitud sencilla y desprendida que le ha caracterizado y le ha merecido tanto cariño como recelo la puso Mujica en evidencia ayer mismo a su salida de la librería. En lugar de las yipetas negras y de cristales tintados de los funcionarios, Mujica salió en un “cepillo” azul, tal cual el Volkswagen del 1987 en que se traslada en su país. Y tras él, una comitiva de varios vehículos más del mismo modelo le siguió en la avenida 27 de Febrero. La gente que fue a despedirlo al parqueo de Cuesta le aplaudió y gritó, en un evidente gesto de aprobación.
El escenario de la librería Cuesta se pronosticaba pequeño para Mujica y así fue. Fuera del salón, unas 300 personas se quedaron en los alrededores de las filas de libreros del local. Muchos trataban de ver las pantallas de televisión que transmitía el discurso o de escucharlo en un audio escasamente entendible. Otros esperaban terminar el acto para que el expresidente firmara la obra.
“La vida no se hizo para trabajar, se hizo para vivir”, “hay que hacer de la vida no solo camino, sino una causa”, “no podemos vivir solo para soluciones materiales”, fueron algunas de sus frases reflexivas, todas muy enfáticas en su idea del tiempo para las pequeñas cosas. “Cuanta mentira todavía nos queda cuando nuestra democracia enamorada de la igualdad nos promete en el camino de la igualdad, pero nunca lo puede cumplir. Y genera una onda de frustraciones en el seno de las masas que le termina reprochando a la democracia factores que no son de la democracia, sino de nuestra propia humanidad”, también criticó.
Deseos de escribir
El expresidente uruguayo, de 81 años, expresó su deseo de escribir alguna obra. “Me voy a poner a escribir relatos. Se van a llamar relatos porque tengo cosas muy viejas en la cabeza y como dice un amigo, antes que se me olvide, antes que me agarre el Alzheimer”, dijo. “Si me da el aliento lo voy decir escrito. No a título de memoria, a título de declarar cosas que pasaron. La pequeña historia de mi país, que seguramente es pequeña para el mundo, pero grande para mí”, detalló.
Son carros de una asociación de cepillos
Los carros que están trasladando a Pepe Mujica y su comitiva pertenecen a una asociación de propietarios de cepillos del país que acudieron al hotel en el que se hospeda Mujica y el exmandatario quiso trasladarse en estos vehículos, según narró la política y excandidata presidencial Minou Tavárez. Mujica está en el país en el marco de la celebración del espacio Plaza Democrática que coordina la organización de Tavárez, Opción Democrática.