Kevin Durant es uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA, pero el nuevo jugador de Golden State Warriors prefiere evitar comparaciones con leyendas del baloncesto, como por ejemplo Michael Jordan. Así lo explicó el alero en Any Given Wednesday, el show de Bill Simmons, en el que habló de lo poco que le gusta que su nombre salga en las mismas conversaciones que el de ‘su majestad del aire’.
“Cuando pones un pie en la cancha es cuando tienes que competir, es cuando tienes que enfrentarte uno contra otro. Ahí es cuando voy a hacer lo que sé en la pista, pero no llevo esa mentalidad conmigo cuando salgo de la cancha. No me importan tanto mis rivales como para odiarlos cuando no estoy compitiendo”, comentó Kevin Durant.
“Siempre escucho la historia del odio que se tenían Michael Jordan e Isiah Thomas el uno al otro. Yo no pienso en mis rivales directos cuando estoy sentado en el sofá de mi casa. Pero cuando jugamos, ni siquiera pienso en mis rivales, sólo pienso en cómo poder dominarlos”.
Kevin Durant, ante un reto muy importante
Esta temporada, Kevin Durant será uno de los jugadores que más de cerca será juzgado. El jugador dejó Oklahoma City Thunder para fichar como agente libre por los Warriors y unirse a Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y compañía. Su intención es claramente la de estar en el mejor equipo posible para tener serias opciones de conseguir el ansiado anillo que lleva ya años persiguiendo, y que rozó en 2012, cuando se enfrentó a LeBron James, Dwyane Wade, Chris Bosh y aquel Miami Heat en las Finales de la NBA, en las que salió derrotado y a las que ya nunca volvió después de esa ocasión. Este año, seguramente intentará resarcirse de aquella espina clavada.
