En otros tiempos era casi inimaginable que los cantantes líricos se inclinaran hacia la música popular. Pero en los últimos años ha sido una tendencia que intérpretes del género clásico, especialmente jóvenes, sientan la pasión de fusionar ambos estilos para llegar a un mayor público.
Es el caso de la joven soprano Janette Márquez,cuya encantadora voz se deja seducir con una exquisita fusión de bachata sinfónica sobre las letras de “Amor Oculto”, pieza fundamental en el repertorio del inolvidable compositor e intérprete Juan Lockward, que se ha revitalizado con los arreglos y producción del maestro Eugenio Van Der Horst. “Amor Oculto” es un excelente maridaje entre la bachata típica y lo sinfónico, con las maderas, flautas, oboe, clarinete y corno franceses, entre otros instrumentos.
Con esta propuesta, la cantante lírica da pasos firmes en su propósito de dar a conocer su talento más allá del género clásico e incursiona con acierto en la música popular dominicana, aportando nuevos colores a la escena discográfica.
Esta fusión también tiene otra explicación para la artista, pues le preocupa que los jóvenes no encuentren una figura que les impulse a luchar y tener una visión distinta hacia la vida, para contrarrestar un poco lo que el lenguaje popular está propagando en estos momentos, no solo en la música urbana, sino en todos los ambientes.
“Mi deseo es llegar a los corazones del pueblo dominicano, porque tengo el compromiso social, de no solamente llevar la música clásica a lo popular, sino de transmitir un mensaje de superación, de esperanza, de que todo se puede y que no hay un obstáculo. Y entiendo que hay muchas personas que necesitan escuchar esa voz de aliento. Nuestro pueblo necesita esa voz, a través de la música popular es la manera idónea de hacerlo”, dijo en un encuentro en el restaurante Caffeto.
La canción “Amor Oculto”, que se encuentra disponible en varias plataformas digitales, entre ellas: iTunes, Amazon y Spotify, es un adelanto de su producción discográfica de debut, junto al tema “Gracias a la vida”, de la autoría de Violeta Parra, bajo la producción y arreglos del maestro Milton Salcedo.
“La música es mi pasión y en esta ocasión abrazo un género que, como la bachata, forma parte de las raíces de mi país. Busco contribuir con un nuevo sonido para que el público tenga la oportunidad de conocer la amplitud de la creación de un exquisito artista dominicano como lo fue el cantautor de la Patria, don Juan Lockward. Y constituye un alto honor poder interpretar sus canciones”, añadió Janette.
Al hablar de su condición de no vidente, afirmó que no ha sido un obstáculo para alcanzar sus metas. “Ha sido una diosidencia lo que ha ocurrido en mi carrera; Dios, de alguna manera, tiene un propósito conmigo. Primero, de alguna forma me impulsó hacia la música, y yo desde pequeña tuve la inclinación, fue tan fuerte que la música ha sido para mí una amiga, una compañera, consoladora, siempre ha estado a mi lado en los momentos más difíciles. Y ahora que estoy aquí siento ese compromiso de devolverle eso a la sociedad”, manifestó.
La cantante se formó profesionalmente en Estados Unidos, en donde ha recibido las más altas calificaciones en la universidad, así como en los centros de estudios a los que ha ido a forjarse en el canto lírico. Mucha gente ha estado al tanto de esta prometedora soprano, que en cada escenario ha sorprendido como una de las intérpretes más sólidas de la nueva generación del canto lírico.
El mismo maestro Eugenio Van Der Horst destacó la calidad musical de Janette, y mencionó con entusiasmo “el oído perfecto” que posee. “Ha cantado varias veces con la Orquesta Sinfónica Nacional, con la Orquesta del Conservatorio de Música, con la Orquesta Sinfónica Juvenil de la República Dominicana y ellos se quedan absortos con la calidad de Janette. Aparte del don divino que le puso el creador para cantar, ella también posee la escolaridad, porque ella estudió (música) en una de las mejores universidades corales del mundo, como lo es la de Westminster Choir College”, indicó.
“Las cosas se han dado porque Dios, de alguna manera, ha utilizado todos estos escenarios y me siento muy agradecida cada día de todas las personas que se han unido a esta causa, que simplemente han apoyado, como el maestro Eugenio Van Der Horst y al maestro José Antonio Molina (director de la Orquesta Sinfónica Nacional)”, destacó Janette.
Su trayectoria
Sus inicios musicales fueron, en la ciudad de Santiago, República Dominicana, en la escuela de música “Hogar De La Armonía”. En Estados Unidos, cursó estudios en Hamarskjold School, en donde además de recibir capacitación como vocalista, recibió clases de guitarra en un programa especial de la universidad de Rutgers.
En el New Jersey State Woman’s Choir, recibió reconocimiento por su talento y dedicación, sirviendo siempre de motivación a los demás por su arrojo y determinación.
Terminados sus estudios secundarios, Janette se decide por la Música e ingresa a la prestigiosa universidad de Westminster Choir College, en la ciudad de Princeton, donde cursa estudios superiores de Bachelor of Music and Minor in Psychology, bajo la tutela de Elizabeth Sutton.
En 2013, audicionó para el distinguido maestro José Antonio Molina, quien la invita a debutar con la Orquesta Sinfónica Nacional. De manera similar, y bajo el programa del Teatro Orquestal Dominicano, del Ministerio de Cultura, se presenta junto a la Orquesta Juan Pablo Duarte del Conservatorio Nacional de Música, bajo la dirección del maestro Dante Cucurullo, y además con la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, bajo la dirección del maestro Darwin Aquino.
Varias presentaciones para la televisión dominicana e internacional la impulsan a crear una fundación, mediante la cual pueda traer alivio y esperanza a muchas personas afectadas de discapacidad visual. Así surge “CORALIA”, con la misión de facilitar equipos y educación musical a jóvenes talentosos de escasos recursos.