Dicen que brindar con agua da mala suerte, pero bien podría mejorar tu calidad de vida.
Hablar de dejar de tomar alcohol es difícil para los asiduos al traguito social, cuando pasan de fiestas y cumpleaños los fines de semana y happy hours de oficina de lunes a viernes.
Pero tal vez, proponerse dejar de beber alcohol cada vez que hay un encuentro como los descritos, podría cambiar diametralmente tu vida. ¿Te has puesto a pensar en los beneficios que tendrías si dejaras de beber? Aquí te mostramos algunos:
1. Bajas de peso
Todos sabemos que el alcohol tiene muchas calorías y que las calorías aumentan los kilos en el cuerpo, por lo que no hay mucha fórmula matemática para saber que trago que tomas, trago que te engorda. Solo para recordar: una copa de vino contiene 144 calorías, 1 lata de cerveza, 140 calorías, copa de espumante, 100 calorías.
Estudios han señalado que en un día moderado de beber alcohol –entiéndase como una parrillada viendo tu deporte favorito junto a tus amistades solo contando el alcohol consumido – un hombre ingiere 433 calorías extra, lo que equivale a una hamburguesa “cuarto de libra”, pero sin el queso.
En el caso de las mujeres, el aporte calórico extra es de 300. Es decir, una hamburguesa con queso de las más simples. Asimismo, y como el alcohol altera los sentidos, una investigación vinculó su ingesta a percibir más los aromas de las comidas y por ende, abrir más el apetito. De paso, se mejoran los niveles de azúcar en la sangre, ya que estos se ven al fin regulados cuando dejas de beber alcohol.
2. Duermes mejor
Son diversos los estudios y los consejos de médicos especializados que a lo largo de los años han dicho y redicho lo mismo: beber alcohol no permite que llegues a una fase profunda del sueño, aumenta las probabilidades de que aparezcan ronquidos y si bien deprime el sistema nervioso, pareciendo el brebaje idóneo para entregarse al sueño, una vez que es metabolizado aumenta en el cuerpo los niveles de adrenalina. Por lo que no es de extrañar que te despiertes a mitad de la noche algo acelerado y en el peor de los casos, también con resaca.
3. Se mejora la tonicidad muscular
¿Cansado de ir al gimnasio y de dar lo mejor de ti, semana tras semana, y que tus abdominales sigan pareciendo tiernos marshmallows que rebotan con cada paso que das? El alcohol puede ser el culpable. Son muchos los estudios que responsabilizan al alcohol de interferir con el crecimiento muscular y de hacer más doloroso y lento el proceso de recuperación después de realizar deporte.
4. Tu piel se ve más sana, menos opaca y más hidratada
La deshidratación que naturalmente aparece tras beber alcohol se debe a que este, al ser un diurético, hace que vayas más al baño, pero, paralelamente, no permite que reabsorbas el agua que necesita el cuerpo.
Todo este desagradable proceso se evidencia en la piel y cuando padeces rosácea u otra complicación similar, el efecto se multiplica.
5. Disminuyen las probabilidades de tener cáncer
Según el Instituto Nacional del Cáncer de EEUU, beber alcohol ha sido vinculado alaumento de riesgo de padecer no uno, varios tipos de cáncer: de boca, de hígado, de mama, de colon y de recto. Y lo obvio, mientras más se bebe, más crecen las probabilidades.
Si estas razones aún no te convencen, considera que al dejar de beber alcohol ahorras dinero (un jugo y hasta una bebida son más baratos que el alcohol y si tienes auto, ya no gastas en taxis).
Y, sobre todo, evitarás beber más de la cuenta y ya no habrá arrepentimientos relacionados a mensajes enviados que nunca quisiste mandar, llamadas de madrugada a la persona que menos tenías que llamar, ni “cañas morales” acompañando el malestar físico de una resaca tradicional. Depende de ti.