SANTO DOMINGO. Las lluvias “atípicas o fuera de época” que se han producido durante los meses de enero, febrero y lo que va de marzo, son producto de los efectos del fenómeno de La Niña, que se presenta cada cierto tiempo, con una periodicidad no exacta y que desde el año pasado se proyectó produciría mucha lluvia el primer trimestre de este 2018.
La directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Gloria Ceballos, explica que no es producto de que “la Cuaresma salió hembra”, u otras supersticiones de la gente del campo, sino de ese fenómeno, que aún no es posible determinar la periodicidad con que se presentará, pero que estuvo incidiendo en el país hace varios años atrás.
“Tanto enero como febrero produjeron acumulados de lluvias que superaron en más de un trescientos por ciento los valores normales para esos meses del año. Hubo estaciones donde las lluvias superaron los trescientos cincuenta milímetros, y generalmente, las estaciones donde más llueve no superan los ciento cincuenta milímetros”, explicó la funcionaria.
“Desde finales del año pasado se estuvo proyectando que íbamos a tener un primer trimestre de 2018 lluvioso, porque tenemos el fenómeno de La Niña y este es así como se manifiesta en el Caribe, con acumulados de lluvias por encima de lo normal estos meses del año. Los modelos siguen indicando que la Niña se va a mantener hasta abril o mayo”, dijo Ceballos a Diario Libre.
Sobre el fuerte oleaje registrado la pasada semana en la costa atlántica y que provocó alertas por parte del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Ceballos dijo que se debió a un sistema de baja presión que había hacia la costa noreste de Estados Unidos, muy profundo, similar al de un huracán (974 milibares), pero con características inversas que generó un fenómeno que ellos llaman “mar de fondo” que produce esos fuertes oleajes.
Dijo que La Niña fue responsable de que la pasada temporada ciclónica fuera más activa.
Lluvias de marzo
Puso como ejemplo que ahora en marzo, tradicionalmente el mes más seco en todo el país, las lluvias han estado presentes por el sistema frontal, al Norte del país, que estuvo precedido por una vaguada que provocó que esos aguaceros fueran con tormentas eléctricas.
“A qué se deben estas lluvias, hemos tenido un sistema frontal que se ha mantenido al norte. Y ha coincidido el flujo de viento del sureste, que es un viento cálido, con la masa de aire del sureste, que es un viento frío (del sistema frontal) y cuando ocurre este encuentro se producen las nubes de desarrollo vertical, que producen las lluvias fuertes”, detalló Ceballos.
“Vimos en los años 2014 y 2015 una sequía extrema provocada por el fenómeno El Niño (que genera un calentamiento de las aguas del océano Pacífico) luego tuvimos un periodo neutro y desde el 2017 tenemos el fenómeno La Niña, por lo que fue más activa la temporada ciclónica”, agregó.
