Dafnee De Frías / Especial para LD
Santo Domingo
Nadie quiere estar restringido o limitado en Navidad. La mayoría de las personas toma estas semanas de descanso total, en cuanto a ejercicios se refiere. Y es que es muy bueno comer, tomarse un vinito, disfrutar de los postres y compartir con amigos y familia varias veces a la semana. Pero ¿qué harías si te enteras que puedes hacer todo eso y no subir de peso?
Comer y no engordar debe estar en la lista de deseos de casi todas las mujeres del mundo y, aunque pareciera casi imposible, existen algunos trucos y recomendaciones que puedes seguir con las cuales podrás disfrutar de las fiestas navideñas sin sentirte culpable en enero.
Come sólo lo que realmente quieres
Muchas de las cenas casi siempre son tipo bufet. Así sea una boda o una actividad de la oficina, siempre habrá más de una opción de carnes, arroces, pastelones, ensaladas y pastas.
Antes de servirte lo que vayas a comer, echa un vistazo a todas las opciones y luego sírvete solo aquellas que realmente quieres comer.
Servirte un pedazo de pastelón solamente para “probarlo” hará que sientas la necesidad de acabarlo completo. Por esta razón, si le das prioridad a los alimentos que más te gustan, así sea el arroz o “el cuerito del cerdo”, no terminarás comiendo más de la cuenta.
Deja las opciones no saludables para el final
Procura comer los vegetales y las proteínas al principio, de este modo estarás más satisfecho cuando decidas comer los alimentos fritos o calóricos.
Utiliza un plato más pequeño para servirte
Este truco se aplica tanto para la época navideña como para el resto del año, e incluso es ideal para usarlo con los niños en sobrepeso. Cuando te sirves en un plato más pequeño al que regularmente utilizas para comer, el cerebro percibirá un plato lleno, a diferencia de servirte la misma cantidad en un plato grande y dejar espacios vacíos.
Procura servirte y sentarte a disfrutar tu comida
Comer de pie y cerca de donde están servidos los alimentos te provocará comer más. Sírvete y siéntate tranquilo a disfrutar de la cena o almuerzo. Come despacio y, una vez termines, utiliza este tiempo para socializar en la mesa. En unos minutos tu estómago empezará la digestión y la necesidad de servirte de nuevo se te quitará.
Permítete decir “no”
Decir “no gracias” requiere de mucho autocontrol y es muy poderoso. No siempre se tiene el apetito o deseos de comer, pero por no hacer sentir mal a alguien, por aburrimiento o porque sí, nos encontramos en situaciones donde un “No gracias” pudiera ahorrarnos una ingesta de calorías innecesaria.
Mantén un monitoreo del peso
Si eres de los que necesitan ver números para controlarse, una idea es pesarse al menos dos veces a la semana, en los mismos días. Esto te permite poner un freno a tiempo.
Algunos expertos dicen que se tiende a subir en promedio entre dos a cinco libras durante el mes de diciembre, pero no te fíes, pues dependiendo tu organismo este número podría subir a 10 o por el contrario bajar a menos de dos.
Ejercítate por las mañanas
En otras palabras: “sal de eso temprano”. Las tardes, entre el tránsito y las actividades, se complican. Si puedes ajustar tu horario para hacer alguna actividad física antes de salir a trabajar, será menos probable que la dejes de hacer.
Tomar media clase será mejor que no hacer ninguna. En una temporada donde el mundo conspira para que hagas todo tipo de desarreglos, deberás tratar de ser aún más estricto con tu cuota de ejercicios.
Hay aplicaciones que puedes descargar en tu celular con entrenamientos desde 4 minutos. Entre ellas están Sworkit, Quick 4 min Tabata y You are your own gym.
Los ejercicios reducen la ansiedad y, al activar tu cuerpo en las mañanas con alguna rutina, serás menos propenso a comer alimentos no saludables el resto del día.
No saltes comidas
Dejar de desayunar, de almorzar o de merendar con la excusa de una gran cena esa noche, tendrá un resultado negativo en tu organismo. Debes alimentarte siguiendo tu misma rutina.
Llegar con hambre a una cena es fatal, querrás comerte hasta los cubiertos. Si meriendas antes de ir a cenar saciarás la ansiedad.
Las meriendas no deben sobrepasar las 100 calorías una manzana, nueces, yogurt, vegetales...
Prueba un postre
Si te gustan los dulces y no puedes contenerte utiliza la regla de las tres cucharadas. Una para sentir esta explosión, la segunda para disfrutarlo y una tercera para cerrar. Evita comer de todos los postres, así que sé bien exigente cuando vayas a seleccionar el que vas a comer.
Reparte las sobras
Apuesto a que de todo lo que he mencionado, esta debe ser la recomendación más difícil de cumplir. Cuando repartes lo que sobra te quitas esa tentación de arriba. Sobre todo si la mayoría son dulces.
Utiliza la regla 80-20
Aunque no estés siguiendo ningún plan alimenticio, servirte un 80 % de vegetales y proteínas y sólo un 20 % de otros alimentos, ayuda a mantenerte fuera de los límites y dentro de un rango seguro.
Si la cena del 24 es en tu casa, toma en cuenta esta regla y elabora el menú de modo que haya un 80 % de opciones entre proteínas y vegetales.
Bebe con conciencia
Algunas bebidas alcohólicas contienen muchas calorías y sin darte cuenta es posible que, aún sin haber cenado, ya hayas consumido la cantidad de calorías de una porción de comida. En la página de Instagram de la nutricionista Susana Kury se encuentra una lista de las bebidas menos calóricas y sus valores.
Al igual que con los platos, si vas a tomar hazlo con vasos altos y delgados, pues cabe menos líquido en ellos.