Fénix Hernández
Santo Domingo
La doble personalidad es un padecimiento de la identidad del yo que podría poseer “dos caras”. Esto puede suceder como un mecanismo de defensa de la mente cuando es sometida a un estrés extremo o un medio de lidiar con un problema que se tuvo durante la niñez, y puede ser fruto de un trauma profundo.
También es conocido como trastorno disociativo, que todavía muchos profesionales dudan de su existencia. Algunos ponen en entredicho que sea cierto que un individuo pueda mantener una personalidad fragmentada.
El psiquiatra Eduardo Houllemont, dice que hay pocos casos registrados en el mundo de personas con trastorno disociativo. De ahí que entiende que el tratamiento es muy complicado, y que requiere de abordaje psiquiátrico, psicoterapia profunda y extensa.
“Es muy difícil de diagnosticar, ya que en la mayoría de estos casos las personas que tienen este tipo de afección lo utilizan para poder justificar sus acciones”, comenta.
Resalta que cuando se pasa de un temperamento a otro, lo más común que puede suceder posteriormente a ello, es que la persona tenga una pérdida de conocimiento total o parcial de lo que le sucedió anteriormente. También puede que pase cuando el individuo no tenga intuición de la memoria
.
Además, se pueden asociar a trastornos psicosexuales y de pérdida del control de los impulsos. En su libre evolución, también es frecuente que se intercalen breves episodios de psicosis reactivas.
Cómo se produce
Este trastorno sucede de un modo brusco. Se han descrito casos en que las personas con esta alteración mantienen diálogos internos que participan simultáneamente sus diversas personalidades y hasta llegan a perder sus conocimientos de las otras cuando cambian. También se destaca que esto puede comenzar en la adultez temprana o en la niñez.