Hoy se cumplen 14 años de la muerte de Celia Cruz, cantante y probablemente la más popular de la música cubana.
Nació el 21 de octubre de 1925, y su nombre es Úrsula Hilaria Celia Caridad Cruz Alfonso.
A lo largo de su carrera, Celia Cruz interpretó y popularizó internacionalmente ritmos como el son, son montuno, guaguancó, rumba, guarachay bolero. Sin embargo, el género que llevó al estrellato fue la salsa, ritmo cubano influenciado por estilos de diferentes partes del mundo, y que la estableció como una de las principales artistas femeninas en la historia de la música latinoamericana.
Construyó su carrera en un principio en Cuba, luego en México (país donde también pertenece a la Época de Oro del cine mexicano), Colombia, Venezuela y el resto de Latinoamérica, ya posteriormente en Estados Unidos y por todos los continentes del mundo. Celia Cruz fue, si no la más, una de las más destacadas cantantes y mejor pagada del siglo XX; rompió mitos convirtiéndose ella misma en un mito, marcó pautas y estableció un hito en la historia de la música cubana y latinoamericana.
Creó un estilo único y una imagen icónica de insuperable atractivo gracias a un don carismático y musical difícilmente repetible, estableció un lugar de respeto para las mujeres que interpretan música folclórica por lo que es el paradigma y la bandera de la liberación femenina en la música popular del continente americano, conquistando además diferentes continentes y trasmitiendo su mágica alegría, contagiosa hasta en los territorios más lejanos, abriendo el camino a los artistas latinos en latitudes donde ella fue quien primero expuso y despertó el interés del público a la música de Latinoamérica, por lo que se le considera como el símbolo auténtico de la cultura latina en el mundo.
Celia Cruz también hizo famosa la expresión «azúcar!» que adoptó y quedó en la memoria colectiva como su frase identificativa, que ella gritaba como anuncio carnavalesco incitando a la diversión. Con un talento sin precedentes e incomparable y una energía insólita se convirtió en un ícono y baluarte de la música a nivel mundial y es la cantante hispana que más cariño y seguidores logró en el mundo.
Su carrera formó un legado invaluable y referencia ineludible para las futuras generaciones que descubren en ella una impactante y prolífica fuente de inspiración.
Antes de ingresar en la orquesta Sonora Matancera, Celia Cruz participó en un espectáculo musical y comedia titulado «La corte suprema del arte» donde compartió escena con cantantes destacados de la época, como Aurora Linchetti. Poco tiempo después participó en la Radio Cadena Suaritos, junto a una agrupación que interpretaba coros yorubas y ritmos de batá, logrando por esa época su primera grabación junto al cantante Obdulio Morales. Los temas que grabó en ese momento serían incorporados más tarde a una de las primeras compilaciones de su trabajo en formato de Larga Duración. En 1948, Roderico Rodney Neyra fundó el grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego y Celia fue contratada junto a este grupo como cantante, alcanzando un gran éxito. En Venezuela es contratada para grabar sus primeros discos de 78 rpm comerciales por la disquera Comercial Serfaty5 respaldada por la Orquesta “Leonard Melody” con los siguientes temas: