TAMPA. Alex Rodríguez asegura que no intentará volver al terreno de juego.
Dado de baja en agosto, cuando le restaba más de un año en su contrato por 10 temporadas y 275 millones de dólares, A-Rod tuvo el martes su primer día como instructor en los campos de entrenamientos de los Yanquis de Nueva York. Cuando le preguntaron si sigue retirado, el expelotero de 41 años respondió: “Así es”.
“Estoy agradecido por la oportunidad de hacer lo que hago ahora con los jóvenes, y de hablar un poco sobre las expectativas que hay aquí”, comentó Rodríguez. “En cuanto a mí, he aprendido mis mayores lecciones a partir de algunos de mis errores, que fueron grandes”.
Rodríguez dijo que “algunos equipos” le preguntaron sobre la posibilidad de jugar después de ser dado de baja, pero señaló que prefirió no hacerlo. Cualquier equipo podría ficharlo para esta temporada por el salario mínimo de las mayores, de 535.000 dólares, lo que sería descontado de los 20 millones que le deben los Yanquis.
El 12 de agosto, los Yanquis rindieron homenaje a A-Rod con una ceremonia en lo que fue su último juego. Rodríguez se planteó entonces la posibilidad de jugar en otro club.
“Lo medité un poco durante ese fin de semana”, dijo. “Y fui suficientemente afortunado para recibir algunas ofertas, que consideré antes de responder ‘no, gracias’’’.
El hijo de dominicanos bateó 696 jonrones en 22 temporadas en las Grandes Ligas, incluyendo 351 en 12 con Nueva York.
Fue suspendido durante toda la campaña de 2014, por infringir el programa de las Grandes Ligas contra el consumo de drogas. En 2015, totalizó 33 jonrones y 68 impulsadas, pero al año siguiente tuvo un promedio de apenas .200 en 65 encuentros.
“Tras cumplir la suspensión, me esforcé demasiado, y sinceramente creo que me agoté el tanque de combustible”, comentó.
Vestido con los pantalones del uniforme a rayas y con un jersey de práctica de los Yanquis, Rodríguez observó el entrenamiento del martes desde varios lugares, cerca del campocorto y de la antesala, así como detrás de la jaula de bateo. Con una sonrisa, indicó que trató de emular a Lou Piniella, su primer manager en las mayores, al hacer ese recorrido por el terreno.
“Este día fue divertido”, opinó. “Fue realmente agradable usar otra vez el número 13. El uniforme a rayas significa mucho para mí”.
A-Rod no tiene deseos de ser piloto. Relató que la única vez que ha blandido un bate antes de esta campaña fue en su oficina, como una técnica para ayudarse a reflexionar.
“Si bateas para .200, no vuelves a tomar el bate”, destacó con una sonrisa.