Finalizado el certamen electoral, donde cuyos resultados agradaron a muchos dirigentes políticos y a otros que se flotaban las manos y jugaban al fracaso de sus propias organizaciones lo dejaron en ridículo, surge una interrogante: ¿Deben los partidos políticos renovarse y en qué o cual dirección sería esa renovación? En círculos de discusiones que se forman en restaurantes, supermercados, cafés, canchas deportivas y hasta colmadones, la gente común habla de renovar las organizaciones políticas que impulsan desde la sombra algunos dirigentes, pero ¿en qué consistiría esa renovación?
Algo en lo que sí estamos de acuerdo es que en los partidos políticos debe hacer una reforma en la cual se les dé el valor ganado a los dirigentes altos y bajos que se identificaron con su entidad e hicieron el trabajo para que consiguiera los votos necesarios, a fin de mantenerse entre los partidos mayoritarios del sistema e incrementaran su cuota de poder.
“En las elecciones pasadas hubo mucha gente que jugó dos caras, estaban en un partido, con cargos grandes, eran candidatos, pero nunca se identificaron con su organización; eso se vio en uno que otro arribista en diferentes partidos”, dicen los parlanchines.
PLD, presidido por Leonel Fernández
En el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), asola el fantasma de la división y por ahí debería venir una renovación que evite que se lleve a cabo un enfrentamiento entre el presidente Danilo Medina y el exmandatario Leonel Fernández: “Ese pleito está casao para el 2020”, es lo que se escucha en la calle.
El poder nubla las mentes de las personas; sin embargo, en el PLD, que ocupa el Palacio Nacional desde 2004 y la mayoría en el Congreso Nacional desde 2006, debe producirse un diálogo entre sus principales figuras que subsane las diferencias. Ahí estaría su renovación.
PRM, presidido por Andrés Bautista
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), el más nuevo del sistema, se convirtió en los pasados comicios en la segunda fuerza política y principal de la oposición. Su renovación o dirección debe apuntar a mantenerse unidos, alejados de las confrontaciones y jugar un buen papel en el Congreso Nacional.
PRSC, presidido por Quique Antún
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), fue la entidad que más “traiciones” sufrió en los pasados comicios; entonces, ¿Su renovación girar en torno al recibimiento de los que se fueron y no movieron un dedo para que la organización colorá se mantuviera entre los mayoritarios? No. Entendemos que esa renovación debe hacerse fortaleciendo a quienes se quedaron, dejaron las mieles del gobierno y lucharon por lograr un partido fuerte y con una importante representación congresual y municipal.
PRD, presidido por Miguel Vargas
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el más viejo del sistema, sí debe renovarse, pero no con los que se fueron al PRM, sino con la gente de Guido Gómez Mazara, que se quedó en su partido y lucha para rescatarlo. Cabe destacar que el PRD cayó estrepitosamente de un 47% en las elecciones de 2012, a un 5% en 2016. Guido y Miguel deben sentarse en la mesa del diálogo y resolver sus diferencias por el bien del PRD y la democracia dominicana.
Cuidado si quienes piden esta renovación la están confundiendo con un relevo político, que es necesario, pues hay que abrir las puertas a la juventud y la mujer, pero en esto se debe ser muy cuidadoso, pues se ha comprobado que los veteranos realizan mejor trabajo que los novatos.
¿Se quieren estructurar proyectos electorales para 2020? Antes de pensar en rebeliones internas, deben abocarse a empoderar a aquellos dirigentes que lo dieron todo por su partido y no querer presionar a quienes dirigieron alianzas electorales por el bien de su organización y salieron fortalecidos a realizar renovación que solo busca satisfacer apetencias personales.