SAN JOSE DE LAS MATAS. Este pequeño pueblo de la zona montañosa de La Sierra, emerge con potencialidad para convertirse en un gigante del ecoturismo de República Dominicana.
A 45 kilómetros al suroeste de Santiago de los Caballeros es también la partida para rutas de senderismo al pico Duarte, en el parque Nacional J. Armando Bermúdez.
Este destino está situado en la ladera norte de la Cordillera Central, en la parte sur de la provincia de Santiago. Su mayor riqueza son sus bosques, donde nacen los principales ríos del Cibao: Yaque del Norte, Bao, Ánima, Jagua, y Mao, entre otros.
Su geografía incluye el parque J. Armando Bermúdez, uno de los más importantes del país, que abarca la mitad de la superficie del municipio, que es el más grande del país.
Por su condición boscosa de esta zona tuvo un auge extraordinario en la industria maderera en décadas pasadas. Aún quedan decenas de talleres de ebanistería donde se elabora el famoso mueble serrano. Esta zona se destaca, además, por el cultivo de café.
La ganadería es otra actividad económica importante. Sin embargo, las funciones agrícolas, pecuarias y otras se han reducido o estancadas en la última década por la partida de muchos de los habitantes del municipio hacia Estados Unidos y algunos países de Europa.
Muchas familias han abandonado la agricultura y viven de las remesas que envían sus familiares.
Por eso, la esperanza de este pueblo es poder desarrollar el ecoturismo, por las condiciones naturales que tiene para ese renglón.
Atractivos
Los principales atractivos son sus ríos con sus saltos, lugares para explorar y haciendas para visitar. También la naturaleza le ha dado el mirador El Fuerte, El Saltadero, Salto de Jicomé, Salto de Arroyo Llano, Cerro Angola, pico del Gallo, pico de Igua, Manaclas, balneario El Ranchito, Balneario La Ventana, Salto de Anacaona, Salto del Gallo y Trillo de la Hispaniola.
Entre sus hermosos balnearios hay que mencionar a Inoa, que queda a siete kilómetros de la zona urbana. Lo visitan gente de todo el país para disfrutar de la belleza natural. Sus aguas están todavía en su forma más pura, por lo que el río ha sufrido pocos cambios y está lejos de los asentamientos humanos, es un lugar completamente natural y su ambiente es acogedor y sus corrientes no son fuertes.
Para el descanso y el disfrute del ambiente cuenta con la oferta de alojamiento del hotel La Mansión y más de 100 cabañas.
Otras ofertas para visitar son las plantaciones de café y su proceso de sembrado, recolección y procesamiento. También la producción de plantas en los viveros del Plan Sierra y el proceso de reforestación.
Son muchos los lugares que se pueden visitar y compartir con la gente de este territorio, que se caracteriza por su amabilidad y acogida.
Aparte de lo exuberante y belleza de la zona, por las vistas de las montañas, los ríos, balnearios y clima, esta comunidad tiene su historia.
Fue fundada como un hato por los pobladores de Montecristi y Puerto Plata cuando iban a crear Monte Plata durante las devastaciones ordenadas por el gobernador Antonio Osorio, en los años 1605-1606. Luego debido a las inundaciones el poblado fue trasladado el 29 de agosto de 1810 al lugar que hoy ocupa.
Fue residencia accidental de los presidentes Horacio Vásquez y Rafael Leonidas Trujillo.
Vásquez construyó en 1929 un sanatorio antituberculoso, pero no pudo ofrecer los servicios debido a la gran depresión económica que afectó al mundo ese año. Entonces, Vásquez utilizó ese local como mansión presidencial.
Cuando Trujillo subió al Poder Ejecutivo en el 1930 mejoró esa mansión y en el 1932 la habitó por seis meses.
El historiador de esa ciudad, el doctor Piero Espinal Estévez dijo que se creía que Trujillo tenía síntomas de tuberculosis. Hasta poco antes de su muerte se mantuvo visitado este lugar, donde su hija Flor de Loto contrajo matrimonio con el playboy Porfirio Rubirosa, en el 3 de diciembre de 1932. En ese lugar hoy funciona el Hotel La Mansión.
Turismo de salud
En esta localidad se inicia en el país el turismo de salud. Cientos de personas de distintos puntos de la geografía nacional venían a buscar salud en este puro clima, especialmente los enfermos de tuberculosis.
Los visitantes tienen también la oportunidad de disfrutar de algunos productos como el casabe artesanal, pasteles de yuca y los famosos panecicos hechos de yuca y chicharrón.
Es un lugar para quedarse luego de hacer un recorrido, que empieza en el parador de Samoja, donde queda una estación de combustible que tiene un mirador con una vista maravillosa y extraordinaria.