MIAMI. El exmilitar Esteban Santiago Ruiz, un joven de 26 años nacido en Nueva Jersey, es el hombre señalado por el senador por Florida Bill Nelson como el presunto autor del ataque ocurrido hoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida) y que acabó con la vida de cinco personas.
Aunque las autoridades policiales no han revelado la identidad de la persona que a las 12.55 hora local (17.55 GMT) abrió fuego en la zona de recogida de equipajes de la terminal 2 de este aeródromo, y que hirió además a 8 personas, es el nombre que ya manejan todos los medios.
Nelson indicó que fuentes oficiales le informaron que el hispano portaba una identificación militar, aunque se desconoce aún si podría pertenecer a otra persona.
Algunos medios han señalado que el presunto atacante es de origen puertorriqueño, que fue miembro de la Guardia Nacional y estuvo destacado un año en Irak.
El hermano del sospechoso, Bryan Santiago, declaró a NBC News que el presunto atacante creció en Puerto Rico, en donde sirvió en la Guardia Nacional, luego fue destacado en Irak y posteriormente se mudó a Alaska, donde trabajó como guardia de seguridad.
“Era una persona normal, espiritual, una buena persona”, manifestó el hermano, quien reveló que Esteban Santiago sufría desordenes postraumáticos tras su experiencia en Irak.
El canal CBS señaló que en 2011 y 2012 Santiago fue investigado por pornografía infantil, aunque no hubo evidencia suficiente para acusarlo, y que en noviembre de 2016 entró en una oficina del FBI en Anchorage (Alaska) y dijo que estaba siendo obligado a enrolarse en las filas del Estado Islámico (EI).
Santiago habría volado hacia Fort Lauderdale, a 40 kilómetros al norte de Miami, procedente de Minneapolis.
Air Canada y Delta Airlines, las dos aerolíneas que ocupan la terminal 2 del aeropuerto en la que se produjo el tiroteo, han señalado que no tienen en sus registros un pasajero con el nombre de Esteban Santiago Ruiz.
Testigos presenciales indicaron que el sospechoso voló hoy al sur de Florida y, después de recoger su maleta, fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar.
En una rueda de prensa ofrecida esta tarde, las autoridades federales y locales declinaron revelar la identidad del autor del ataque, quien fue detenido sin incidentes poco después del ataque, así como del arma utilizada.
Scott Israel, alguacil del condado de Broward, donde se asienta el aeródromo, dijo hoy que es “demasiado pronto” para saber si el tiroteo es un acto de terrorismo y que es interrogado por agentes del Buró Federal de Investigación (FBI) y del departamento de homicidios de Broward para establecer el “motivo” del tiroteo.
Mark Lea, un testigo del suceso, declaró a la cadena MSNBC que el atacante disparó con una pistola de 9 milímetros hasta que acabó sus municiones.
Otro testigo, John Schicher, manifestó que los disparos fueron aleatorios y que las personas se tiraron al suelo en medio del pánico.
En una rueda de prensa, el gobernador de Florida, Rick Scott, señaló que entre los heridos hay personas en estado crítico.
El aeropuerto de Fort Lauderdale, que por estas épocas puede recibir hasta 100.000 pasajeros, permanece cerrado y muchas personas se hallan aún en las pistas de aterrizaje, a la espera de que las autoridades policiales levanten la clausura temporal. EFE