Washington
El gobierno de Estados Unidos propuso el martes que todos los autos y camionetas de nueva fabricación puedan comunicarse inalámbricamente entre ellos, así como con los semáforos y otra infraestructura vial, a fin de reducir drásticamente las muertes en el tráfico y transformar la manera de manejar un vehículo automotor.
Las comunicaciones vehículo a vehículo —V2V por su acrónimo en inglés— permiten a los autos transmitir información como su velocidad, dirección y otros datos 10 veces por segundo. De esta manera, por ejemplo, un auto puede detectar a tiempo cuando otro vehículo está haciendo una maniobra riesgosa —como pasar un semáforo en rojo, frenar bruscamente o cambiar drásticamente de carriles— para que el conductor evite un choque.
Según una propuesta presentada el martes por el Departamento de Transporte, la tecnología tiene el potencial de prevenir o mitigar la gravedad de hasta el 80% de las colisiones que no implican que un automovilista conduzca bajo el efecto de alcohol o drogas, dijeron las autoridades.
Los fabricantes de automóviles y el gobierno han estado trabajando juntos desde hace más de una década para desarrollar y probar esta tecnología. La propuesta del Departamento requiere que los sistemas V2V "hablen el mismo idioma" por medio de los mensajes estandarizados que han desarrollado el gobierno y la industria automovilística.
Por separado, la Administración Federal de Carreteras (FHWA, por sus siglas en inglés) planea emitir pautas que ayuden a los planificadores de transporte a la integración de la tecnología inalámbrica de dos vías en la infraestructura vial, como en semáforos, señales de parada y zonas de obras.
Los automóviles podrían comunicar a la infraestructura información sobre las condiciones viales, la cual podría a su vez ser comunicada a otros vehículos a medida que se acercan a la zona. Los semáforos podrían permanecer en verde por más tiempo para evitar esperas innecesarias y reducir la congestión vial.
Los fabricantes dicen que la tecnología está lista para ser instalada y que solo aguardan las regulaciones del gobierno para garantizar la compatibilidad.
Hay un período de recepción de comentarios de 90 días antes de que la propuesta pueda ser definitiva. A menudo hay brechas de meses o años entre el momento en que se proponen las reglas y cuando se hacen definitivas.
La propuesta busca que el 50% de los vehículos nuevos tengan la tecnología en los dos años posteriores a que se emitan las reglas finales y que el 100% de los vehículos la tengan dentro de cuatro años.
Aún deberán pasar años o incluso decenios para que se pueda aprovechar todo el potencial de la tecnología V2V. Eso obedece a que la V2V puede prevenir colisiones solamente entre los vehículos equipados con esa tecnología.
Tomaría varias décadas para que todos los vehículos la tengan integrada, pero ese proceso podría acelerarse si —como se espera— se desarrollan dispositivos para que los automovilistas puedan agregar la V2V a los autos más antiguos.