El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que se apartará de la dirección de su imperio empresarial global para evitar conflictos de interés, mientras crece la preocupación sobre su doble papel antes de su llegada al poder el 20 de enero.
Trump, un magnate inmobiliario, escribió en su cuenta de Twitter que celebrará una rueda de prensa con sus hijos en Nueva York el 15 de diciembre en la que detallará cómo se distanciará "por completo" de sus negocios.
Aseguró que la ley no le obliga a alterar su relación con sus negocios, pero agregó: "Creo que, como presidente, es visualmente importante no tener conflictos de interés con mis variados negocios".
Con anterioridad, el mandatario electo había argumentado que no era necesario distanciarse de la Trump Organization, propietaria de hoteles y campos de golf desde Panamá a Escocia, y de diversos negocios como una bodega y una agencia de modelos.
En este sentido, Trump agregó que "se están elaborando documentos legales que me dejan totalmente fuera de las operaciones empresariales".
Las críticas sobre su rol están aumentando según se acerca su llegada a la Casa Blanca para relevar a Barack Obama. El diario The Wall Street Journal instó a Trump en un editorial publicado el 17 de noviembre a que liquide sus activos para evitar la aparición de conflictos.
Con anterioridad, su compañía había dicho que sus hijos adultos quedarían a cargo del negocio. Su hija empresaria Ivanka participó a principios de mes en una teleconferencia con el presidente argentino, Mauricio Macri, y también asistió a una reunión con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, lo que despertó dudas sobre posibles conflictos de interés.
Las reglas sobre conflictos de interés para los empleados del Ejecutivo no afectan al presidente, pero Trump está sujeto a leyes antisoborno, requisitos sobre divulgación de información y una sección de la Constitución que prohíbe a los funcionarios electos recibir regalos de gobiernos extranjeros.