Subraya que en muchas familias la armonía hace tiempo que desapareció y que en los barrios y campos se observan hechos que destruyen la convivencia fraterna “porque el consumo de alcohol y drogas crece cada día, sobre todo los fines de semana”.
Precisa Camino que los resultados de este estilo de vida con frecuencia se tiñen de sangre. “Apenas estamos en el segundo mes del año y las tragedias han tocado las puertas de muchas familias”.
Resalta el periódico especializado en temas religiosos que los feminicidios aumentan, y los robos y atracos no se detienen, lo que provoca que se viva en una zozobra constante.
“Hay familias que lloran por la ausencia del ser querido, a quien le arrebataron la vida para robarle, a la vez que sufren la impotencia de no saber quién fue el responsable de esa acción criminal, no para tomar venganza, sino para que pague su culpa y así evitar que ese malhechor siga haciendo daño”, enfatiza.
Camino pone como ejemplo el caso de Domingo Bretón, hermano de monseñor Freddy Bretón, arzobispo metropolitano de Santiago, asesinado de una cuchillada hace un mes en Licey al Medio, cuando se resistió a ser despojado de una motocicleta y todavía los culpables no han sido apresados.
Ante esa situación, Camino hace un llamado a las autoridades “para que no sigan pasando los días sin que se sepa quiénes fueron y dónde están los que cometieron ese crimen. “Necesitamos con urgencia frenar la violencia que nos azota”, concluye.