Pastor latino lleva casi dos años encerrado en una iglesia para evitar ser deportado
José Chicas llegó a Estados Unidos en 1985. Su madre, asegura este pastor evangélico salvadoreño, vendió todo lo que tenía para mandarlo a Houston. La mujer tenía miedo de que la vida de su hijo de 18 años corriera peligro durante la guerra civil de El Salvador.
Al cruzar la frontera entre la ciudad mexicana de Matamoros y Browsville (Texas), el joven Chicas fue detenido por las autoridades migratorias. Familiares del pastor pagaron una fianza para sacarlo del centro de detención y su abogado en aquel momento le desaconsejó presentarse en la corte a la que había sido citado.