MADRID.- Millones de personas en todo el mundo viven con el dolor y las limitaciones que impone la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que ataca a las articulaciones y que normalmente se combate con esteroides, unos fármacos que aunque alivian, pueden tener graves efectos secundarios.
Ahora, científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle (Estados Unidos) han identificado una pequeña proteína en el veneno de alacrán que se acumula rápidamente en el cartílago de la articulación y que, a diferencia de los esteroides, actúa en el lugar de la inflamación causada por la artritis.