El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se produce en las células mamarias. Después del cáncer de piel, es el tipo de cáncer más frecuente en Estados Unidos, país que actualmente ha reducido su tasa de mortalidad gracias a los avances de investigación y diagnóstico.
De acuerdo a mayoclinic.org, los síntomas del cáncer mamario pueden iniciar con un nódulo alrededor del seno que se puede palpar por el mismo paciente. También puede sentirse una diferencia en los tejidos que rodean el busto.
También pueden presentarse cambios de tamaño y apariencia de la mama afectada: como aparición de hoyuelos, descamación, excoriación, formación de costras, desprendimiento de la piel que rodea el pezón o de la piel de toda la mama.
La piel del seno puede presentar enrojecimiento o apariencia de piel de naranja. Y todos los síntomas pueden ser perceptibles por el paciente, que mientras se da un baño o se viste, puede notarlos.
Lo más importante al detectar alguno de estos síntomas, es visitar inmediatamente a un especialista. Puede que se trate de cáncer de mama, o con más suerte, que sea solo un quiste benigno, el cual tiene un tratamiento más llevadero que el cáncer.
La razón por la que se forman nódulos en el seno (el síntoma primario), es porque las células cancerosas comienzan a mutar de manera anormal, acumulándose entre sí y formando un bulto que sobresale entre los tejidos mamarios.
Ser mujer significa estar más propensa a sufrir cáncer de mama, mucho más que los hombres. Tener edad avanzada, es otro factor de riesgo importante. Pero no más que los antecedentes familiares.
Por eso, tu ginecólogo al crear la historia médica pregunta si algún familiar ha padecido cualquier tipo de cáncer.
Realiza un chequeo a tus senos cada vez que puedas. Palparlo no está demás, al contrario, es un hábito saludable que puede prevenirte de una enfermedad futura.
