Google se ha ganado a pulso -año a año, clic a clic- el sobrenombre del “rey de internet”.
En sus 20 años de historia, el buscador más usado en todo el mundo ha evolucionado hasta convertirse en un imperio con ocho servicios, que incluyen el navegador Chrome, el servicio de correo Gmail y la plataforma de video YouTube.
Todos superan los 1.000 millones de usuarios mensuales y le permiten facturar más de US$100.000 millones al año.
Pero su motor de búsquedas sigue siendo el producto estrella, desde que el 4 de septiembre de 1998 los ingenieros Larry Page y Sergey Brin lanzaron un proyecto para organizar información que les llevaría muy lejos.
Hoy Google recibe millones de consultas y sus fundadores son multimillonarios.
Los “robots” de su navegador le permiten rastrear, ordenar y clasificar toda la información que hay la red, transformándola en enlaces y ofreciendo un lista ordenada según su propio criterio.
Su dominio es tal, que resulta difícil recordar como eran las búsquedas en internet antes de Google
Su nombre significa “araña web” o “rastreador web“, es decir, los programas informáticos que todavía inspeccionan la red hoy día.
Así lo explica el propio Google en su sitio web: “Usamos arañas web para organizar información de páginas web y otro contenido disponible públicamente en el motor de búsqueda”.