REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Constantemente escuchamos que las bebidas azucaradas, particularmente los refrescos, son perjudiciales para la salud ya que provocan obesidad, aumentan el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón y del riñón, por lo que la recomendación es reducir su consumo o evitarlas por completo.
Sin embargo, para no tomar un refresco normal, muchas personas optan por el de dieta porque contiene menos azúcares, pero ¿realmente es bueno para la salud?
La verdad del refresco de dieta
De acuerdo a numerosas investigaciones, el refresco de dieta puede causar los mismos daños que uno normal, ya que provoca las mismas enfermedades e incluso se ha indicado que puede ocasionar demencia y accidentes cerebrovasculares.
Para descubrir si esto era verdad, investigadores de la Universidad de Boston, recolectaron información de 3,000 adultos mayores de 45 años, en donde encontraron que aquellos que consumían refresco de dieta con frecuencia no tenían tanto riesgo de demencia o accidentes cerebrovasculares.
Los resultados demostraron que sólo el 5% de los estudiados desarrollaron demencia, mientras que el 3% tuvo un accidente cerebrovascular. La relación entre las enfermedades y el refresco de dieta no queda clara.
“Al final del día, estamos hablando de un pequeño número de personas. No creo que la gente deba alarmarse”, dijo el doctor Matthew Pase.
Otros problemas
Otros estudios han revelado que esta bebida, sí influye en el desarrollo de diferentes padecimientos.
En 2012, se encontró que quienes tomaban un refresco de dieta a diario, tenían un 43% mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco, cerebro vascular o de desarrollar problemas de vasos sanguíneos.
En 2014, se informó que quienes tenían sobrepeso u obesidad y consumían refrescos de dieta, consumían entre 90 y 200 calorías más que quienes elegían una bebida normal.
Asimismo, se indicó que aumentaba en un 13% el riesgo de padecer diabetes tipo 2 por cada 12 onzas al día.
En ese mismo año, otros estudios indicaron que la causa podrían ser los edulcorantes artificiales que estimulan el apetito y que provocan más ganas de seguir comiendo
El Dr. Christopher Gardner, del Centro de Investigación de Prevención de Stanford, indica que los edulcorantes pueden engañarnos en la compensación, provocando que comamos más alimentos y calorías de las usuales.
Detalla que esto ocurre por dos razones:
- Si tomas un refresco de dieta, eres más propenso a comer algo con más calorías porque te sientes protegido con la bebida.
- El sabor dulce del refresco, puede preparar al cerebro para un aumento de calorías, además de que puede afectar a las pupilas gustativas, que tiene como consecuencia elegir alimentos menos saludables.
“Si usted bebe un refresco dietético, eso no compensará la comida súper rápida”, resalta el nutricionista Angel Planells, de la Academia de Nutrición y Dietética en Seattle.
Los investigadores indican que aún falta mucho por investigar, pero lo recomendable es reducir su consumo o combinarlo con otras opciones sanas de alimentación.
“Sabemos que los refrescos dietéticos son mejores que las bebidas azucaradas en términos de peso corporal, pero no sabemos si realmente es bueno”, concluyen.
Fuente: sumedico.com