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Países ricos acaparan todas las vacunas y alejan el acceso a los pobres

Los países ricos han adquirido hasta seis veces las dosis que requieren para su población y dejan el estante vacío para los pobres en la carrera por la inmunidad contra el COVID-19 que a la fecha ha provocado la muerte de más de un 1.6 millones de personas e infestado a 75.1 millones.

Al contar con los recursos para la compra de las inoculaciones, mucho antes de estas producirse y de que hubiera garantía de cuál de la vacuna fuese exitosa, las naciones desarrolladas se resguardaron cubriendo sus apuestas con varias candidatas, detalla en un reportaje el periódico The New York Times.

 

La investigación señala que, si recibieran todas las dosis solicitadas, la Unión Europea podría inocular dos veces a sus residentes, el Reino Unido y Estados Unidos podrían hacerlo cuatro veces y Canadá seis.

El cálculo se realizó en un análisis de datos de The New York Times sobre los contratos para las vacunas que reunieron la Universidad de Duke, Unicef y Airfinity, empresa que analiza datos científicos.

Señala que Estados Unidos ha garantizado 100 millones de dosis de Pfizer, con la opción de comprar 500 millones más, y 200 millones de Moderna, con unos 300 millones adicionales en oferta. También ha hecho una combinación de pedidos anticipados por 810 millones de dosis con AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Sanofi; los acuerdos de expansión podrían elevar la cifra a 1,500 millones.

El Reino Unido ha pedido 357 millones de dosis de todas esas empresas, además de una compañía pequeña, Valneva, con opciones de compra de 152 millones más.

La Unión Europea ha garantizado 1,300 millones de casi todas esas empresas, así como de la empresa alemana Cure Vac; además podría tener otros 660 millones de dosis si las necesita.

“Los países de altos ingresos se pusieron al frente de la fila y han vaciado los estantes”, dijo Andrea Taylor, una investigadora de Duke que estudia esos contratos.

La vacuna de Pfizer, desarrollada con BioNtech, por el momento ya se aplica en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. También ha sido autorizada por México y Arabia Saudita. En esta semana, el panel de expertos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), recomendó el uso de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la farmacéutica estadounidense Moderna.

En cuanto a la vacuna de AstraZeneca, la cual es desarrollada por la Universidad de Oxford, recientemente anunció que iniciará un ensayo clínico para probar esa vacuna experimental contra el COVID-19 en combinación con la rusa Sputnik V.

“Se espera que combinar diferentes vacunas pueda mejorar la respuesta inmunitaria”, señaló la farmacéutica británica.

El reportaje de The New York Times indica que, aunque las naciones ricas han reservado una gran cantidad de vacunas, deben esperar recibir sus pedidos debido a que los fabricantes necesitarán tiempo para redoblar la producción después de obtener la aprobación regulatoria y las naciones no podrán obtener todas las tomas en una sola entrega.

Destaca el ejemplo de Pfizer que ha señalado que fabricará 1,300 millones de dosis en 2021. El Gobierno estadounidense compró 100 millones, luego fue tomado por sorpresa cuando le dijeron que iba a tener que esperar hasta junio para obtener 100 millones adicionales que venían incluidas en una cláusula estipulada en su contrato.

Las vacunas Pfizer ya están llegando a Estados Unidos, Canadá y al Reino Unido, pero no está claro cuándo arribará a otros países. Este es el caso de México, país que podría recibir sus primeras inoculaciones en cualquier momento, pero en los próximos 12 meses.

Se les exige compartir en vez de acumular

“El peor resultado posible es ofrecer las vacunas a toda la población de un país antes de hacerlo a las que corren más riesgo en otros países”, comentó Bruce Aylward, asesor sénior del director general de la OMS.

Canadá ya ha empezado las discusiones para determinar cómo donar vacunas que no vaya a utilizar luego de las solicitudes a que la donen.

The New York Times refiere que hasta el momento, ha sido evidente la ausencia de Estados Unidos en los esfuerzos por solucionar la desigualdades en torno a las vacunas.

“Ha demostrado su falta de apoyo a Covax y el presidente Donald Trump ha promovido una vacunación nacionalista cada vez que puede”. Covax es una iniciativa de colaboración mundial para acelerar el desarrollo y a producción de pruebas y tratamientos y vacunas contra el coonavirus.