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Una píldora controla la presión arterial en el 100%

La hipertensión arterial, esto es, la enfermedad definida por unas cifras de presión sanguínea superiores a 140/90 mmHg, constituye, como alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), la primera causa de mortalidad global. No en vano, hasta un 75% de la población con hipertensión –en torno a 1.100 millones de personas en todo el mundo y más de 14 millones de españoles– presenta un riesgo nada desdeñable de sufrir un ictus, un infarto de miocardio o de desarrollar enfermedad renal.

 Pero, ¿qué se puede hacer para bajar la presión sanguínea? Pues adoptar un estilo de vida saludable y, llegado el caso, seguir un tratamiento. Sin embargo, y aún a día de hoy, la mitad de los afectados que toman fármacos para bajar esta presión arterial no lo consiguen. De ahí la importancia de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto George de Salud Global en Sídney (Australia), en el que se muestra cómo una combinación de cuatro fármacos a dosis bajas logra el control de la presión sanguínea en el 100% de los pacientes.

Como explica Clara Chow, directora de esta investigación publicada en la revista «The Lancet», «la mayoría de la población con hipertensión recibe un único fármaco a una dosis normal, pero solo en torno a la mitad consiguen controlar sus cifras de presión arterial. Sin embargo, en nuestro pequeño estudio, todos alcanzaron un correcto control de la presión sanguínea».

 Mínima dosis, máxima eficacia

Para llevar a cabo el estudio, los autores contaron con la participación de 18 adultos diagnosticados de hipertensión arterial que tomaron durante cuatro semanas una única píldora en la que se contenían cuatro de los antihipertensivos más comunes –a un cuarto de dosis de la habitual– o placebo. Y concluidas las cuatro semanas, los participantes intercambiaron sus tratamientos –píldora por placebo, y viceversa– durante otro mes adicional.

 Los autores midieron cada hora y durante un día los niveles de presión sanguínea de todos los participantes al final de cada tratamiento. O lo que es lo mismo, hicieron un total de 864 cuantificaciones de los niveles de presión arterial, equiparándose así a otros ensayos clínicos con muestras mucho más grandes de pacientes. Y lo que vieron es que el porcentaje de participantes con unas cifras de presión controladas –es decir, por debajo de 140/90 mm Hg– fue de solo un 33% con el tratamiento con placebo y, lo que es más importante, de un contundente 100% en caso de recibir la píldoracon los cuatro antihipertensivos. Todo ello sin ningún efecto secundario.

Por tanto, los resultados alcanzados con la nueva combinación fueron, simple y llanamente, inmejorables. O como refieren los propios autores, ‘demasiado buenos para ser verdad’, por lo que revisaron un total de 36 ensayos clínicos con más de 47.000 pacientes en los que se evaluaron los cuatro antihipertensivos, ya fuera solos o en combinación, a la cuarta parte de sus dosis habituales. Y efectivamente, comprobaron que el uso de dosis bajas no solo no conlleva efectos secundarios, sino que cuando se combinan tres o cuatro de estos fármacos se obtienen beneficios muy significativos.