MIAMI, Estados Unidos.- Reconocida por la prensa europea y norteamericana como “una de las embajadoras del violín más jóvenes y talentosas” del mundo, la dominicana Aisha Syed afirma que solo es “una más en el ejército de la música clásica”.
La violinista, residente en Miami, habló con Efe en el comienzo de la gira mundial “East to West”, que la llevará a Estados Unidos, Suramérica, Asia, Europa e Israel.
La escalas latinoamericanas de esta gira son Ecuador, donde actuará el 5 de julio; Argentina, donde se presentará en Buenos Aires y en Paraná; y Chile, donde llegará en septiembre.
Syed además promueve su nuevo álbum, “Martinaitis”, que contiene los reconocidos temas “Por amor”, del maestro dominicano Rafael Solano, “O canto do cisne negro”, del brasileño Heitor Villa-Lobos, y “La Bella Cubana”, del cubano José White, entre otros.
“El título del álbum es un homenaje al maestro lituano Alguirdas Martinaitis, quien me dedicó el concierto para violín y orquesta número dos. Cuando me enteré y leí mi nombre en la dedicación, no lo podía creer”, dijo a Efe la joven violinista, quien ha sido reconocida por el presidente de su país como “Embajadora de buena voluntad honorífica”.
“Fue muy emocionante, sobre todo tener el privilegio de interpretar esa pieza en un violín Stradivarius construido en el año 1690 y valorado en casi seis millones de dólares”, dijo Syed.
La intérprete aseguró que tocar un instrumento legendario le da una dimensión extraordinaria a la música y a la experiencia.
“¡Es maravilloso tocarlo! En mis conciertos europeos siempre uso Stradivarius. Pero hay que tocarlos con mucho cuidado, porque no puedes hacerle un solo rayoncito”, dice riendo Syed, cuyo padre es de origen paquistaní y su madre dominicana.
La violinista es considerada una de las mejores embajadoras de la música clásica para la juventud.
Y es que en la era donde los géneros más populares son la música pop y el reguetón, Syed se presenta a teatro lleno y asegura que, sobre todo en América Latina, el público que asiste a sus conciertos es mayormente joven.
“La música clásica es una música de minorías, pero en Europa y principalmente en Latinoamérica hay mucho público joven”, aseguró.
Aparte de la música clásica a ella le gustan el rock suave, la música cristiana contemporánea y el cantautor dominicano Juan Luis Guerra.
“Yo veo el futuro de la música clásica brillante”, agregó Aisha Syed, quien sostiene que, sobre todo la de su compositor favorito, Johann Sebastian Bach, es un bálsamo para la mente, el cuerpo y el espíritu, pues tiene efectos curativos.
“La música conecta culturas sin necesidad de decir una palabra, pero además ayuda en la salud. Mi hermana mayor padeció de encefalitis y tocar esta música fue una gran ayuda para ella”, aseveró Syed, quien ha colaborado con el programa Arts for Health, del Hospital de Cleveland (EE.UU.) y trabaja para promoverla en el mundo entero.
Syed descubrió su amor por la música a muy temprana edad. “Fue como a los cinco años, pues quería imitar a mi hermana mayor. Pero cuando tenía siete años y escuché a Johann Sebastian Bach, que era cristiano como yo, decidí continuar”, reveló.
La joven debutó a la edad de once años con la Orquesta Sinfónica Nacional Dominicana, ejecutando el concierto en sol menor de Max Bruch.
Esto la convirtió en la primera latina en ser aceptada en la escuela de niños prodigios Yehudi Menuhin School en Inglaterra.
Desde entonces ha tocado como solista en los festivales más importantes del mundo, como el Leamington Hastings Festival en Londres, The Yehudi Menuhin International Music Festival en Gstaad, Suiza, y el Gaida Contemporary Music Festival, donde realizó el estreno mundial del concierto para violín y orquesta de Alguirdas Martinaitits dedicado a ella.
Pero a pesar de los aplausos y los honores Syed es humilde, pues cree, de todo corazón, que la música es la única estrella y ella solo uno de sus soldados.