Si sueles conducir y se te habrá encendido más de una vez la luz de reserva, recordándote que el tanque de combustible está en las últimas.

Cuando esto ocurre, podrás conducir como mínimo unos 45 kilómetros más antes de que se vacíe el depósito, aunque esta distancia puede oscilar según el tamaño del vehículo (y de su depósito), el tipo de recorrido, el estado del tráfico o lo cargado que vaya el maletero, según explica este artículo la revista especializada en automóviles Auto Bild. Ahora, la pregunta: ¿es malo llevar el depósito en este estado —sin que llegue a vaciarse, obviamente—? Pues lo cierto es que sí. Te contamos los motivos.

En primer lugar, conducir habitualmente con el depósito en reserva puede ser perjudicial para el motor del vehículo, cuanto menos carburante quede en el tanque, más esfuerzo tiene que hacer la bomba de combustible para llevarlo a través de los filtros y conductos hasta los cilindros del motor. “Es muy parecido a beber con una pajita: cuanto menos agua queda en el vaso, más fuerza hay que hacer y esto sobrecarga la bomba, que podría quemarse”, detalla la asociación.

Si la bomba de combustible requiere hacer más esfuerzo, aparte de calentarse más, puede ocasionar una succión más defectuosa, lo que lleva a que burbujas de aire se cuelen en el circuito, “perjudicando la refrigeración (se calienta más el circuito del motor) y empobrece la mezcla de aire y combustible”, explica Motorpasión, medio especializado en el mundo del motor.

Por otro lado, la propia DGT señala que llevar el vehículo en las mínimas de carburante puede provocar que las impurezas y la suciedad, que se sedimentan en la parte más baja del depósito (entre otros sitios, dependiendo de si el vehículo es gasolina o gasóil, según un estudio de BP), “lleguen motor y causen daños en la bomba o los inyectores”, piezas bastante caras de reparar y/o sustituir.

Además de ser perjudicial para el vehículo (y colateralmente, para nuestro bolsillo), llevar el vehículo en reserva genera más estrés para la persona que conduce: está más pendiente del nivel de carburante en el salpicadero o de buscar una gasolinera cerca, lo que altera la forma de conducir y puede no estar adecuada a las circunstancias del tráfico. “Vamos más despacio y a bajas revoluciones para ahorrar combustible. Somos un peligro para los demás y para nosotros mismos”.

Y si es perjudicial llevar el vehículo en reserva, ¿cuándo es recomendable parar a repostar? Por un lado, lo mejor es antes de que se encienda el testigo de reserva, mientras por el otro, circular por encima de un cuarto de depósito, fijándonos más en el indicador de nivel, que ofrece “una medición es mucho más real que la que el ordenador de a bordo”.

Con información de MALDITA.ES