SANTIAGO.- El alcalde de esta ciudad, Abel Martínez, sentenció que es innegociable garantizar que la población viva en paz, tranquila y en orden, pero que siempre mantendrá un espacio abierto para dialogar con los sectores que puedan verse afectados con medidas o disposiciones a favor de la ciudad.
Asumió el compromiso durante una entrevista televisiva, al abordar su polémica decisión de suspender temporalmente el mercado de las pulgas (ventas informales), que desde casi dos décadas cada jueves operaba desde el parqueo del Mercado Central del sector Pueblo Nuevo, el cual se había extendido linealmente más de un kilómetro hasta la calle Restauración del Centro Histórico.
La autoridad del municipio manifestó que "siempre estaremos abiertos a dialogar con las personas que entiendan se les afecta sus intereses, en el caso del mercado informal que se realizaba los jueves en Pueblo Nuevo, es una decisión que se ha dispuesto atendiendo a quejas y pedidos de mucha gente que vive allí, y que ha perdido su calidad de vida, su tranquilidad y el libre tránsito hasta para llegar a su propia casa".
Al comparecer al programa de televisión del comunicador santiaguero, José Gutiérrez fin de Semana, conducido por la joven Mariel Trinidad en CDN, el ejecutivo de la ciudad informó que se ha medido el impacto de la disposición y que los resultados reflejan un apoyo de un 98 por ciento de la población santiaguera.
“Ya hemos medido los resultados de la disposición, y la población de Santiago de los Caballeros la aprueba con un noventa y ocho por ciento, esto quiere decir, que la gente quiere orden, limpieza, higienización de la ciudad, y que le garanticemos la libre convivencia”, expuso.
Rechazó la reapertura del mercado en las condiciones que se realizaba, pero que se buscarán alternativas para que opere en otro lugar donde no se lesione la tranquilidad, el libre tránsito de los munícipes y que para eso se sentará a dialogar con representantes de los vendedores informales.
El Alcalde afirmó que “estableceremos un lugar adecuado, donde impere el orden, la higiene, donde vendedores como compradores se acojan a mantener y respetar las normas vigentes, donde tengamos un registro y control de cada vendedor y que pague los impuestos correspondientes”.
POR HILARIÓN ISALGUÉZ